✏Capítulo 2.

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🐻♥️

Su pie golpeaba el piso en señal de ansiedad. Había llegado diez minutos antes al gimnasio y no podía esperar que Jongin llegara, ¿Aún seguiría con eso de que lo odia?, sabía lo que le había dicho, pero eso no quitaba el grandísimo detalle de te odio.

La puerta del gimnasio se abrió y Jongin entró por ella con lentitud, se suponía que él debía ser el primero en llegar, pero no, el mayor le había ganado.

—Hyung, ¿Dormiste bien? —Preguntó el moreno al encontrarse cerca de él.

¿Dormir bien?, si con eso se refería a conciliar el sueño entradas las dos de la mañana, entonces lo había hecho perfectamente, pero sólo asintió a su pregunta.

—Tu madre me llamó y me dijo que no habías desayunado, sabes que debes hacerlo o no estarás bien. —Lo medio regaño, por que la sonrisa en sus labios no ayudaba mucho. —Te traje un sándwich y jugo de naranja. —Comentó extendiendo la bolsa que traía, bolsa que el mayor no había notado.

¿Por qué su madre debía ser así?, ella sabía que a su único hijo le gustaba Jongin, y ella amaba al menor por ser como es, por lo tanto desde lejos quería unirlos.

Kyungsoo agarró la bolsa que el moreno le extendía y le sonrió con agradecimiento y a la vez vergüenza, él siempre era tan atento.

—Y también esto. —Habló haciendo que su curiosidad aumentara.

Lo vio sacar otra pequeña hoja de su bolsillo, ésta era de color gris claro, la desdobló y suspiró al leerla.

Razón 8: Te odio por tu teléfono.

¿Por su teléfono? ¿Qué tenía que ver?

—¿Mi teléfono? —Preguntó con confusión.

—No sabes como se siente ese calcinante fuego en mi pecho cada vez que te veo reír al ver tu teléfono, no es por cualquier cosa y menos cuando noto que escribes en él, me preguntó, ¿Con quién hablará hyung que no me presta atención?, es raro verte hacer eso y saber que no soy el causante. Quiero ser la persona por la que sonrías al ver tu teléfono, la que esté en tu fondo de pantalla y la que logre hacerte reír por cualquier cosa que te escriba, también que te sonrojes por ello, ¿Me dejarías serlo? —Preguntó sonriendo triunfante ante el leve color rojo en las mejillas de su hyung.

—Y-yo... —Trató de hablar, pero se calló, por que sabía que si lo intentaba terminaría balbuceando.

—No lo pienses tanto Kyung. —Susurró colocando una de sus manos en su mejilla. —Sólo dime lo que piensas.

—Está bien Nini. —Murmuró.

Entonces Jongin se sintió el hombre más afortunado en la faz de la tierra.

🐻♥️

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