Familia

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A Shoto le agrada particularmente el invierno, el frío, el blanco. Le gusta porque es el clima predilecto de su familia, puesto que todos son sensibles al calor. No es solo porque su padre lo represente con sus llamas infernales — aunque quizás eso influya un poco —, sino por su madre. Su madre es blanca como el invierno, siempre rodeada de blanco es su habitación de hospital. 

Así que agradece el panorama que se extiende frente a él, incluyendo el monte Fuji que se alza como el sombrerito blanco de un gigante durmiente. El sol es a penas una caricia tibia en su rostro cuando abandonan la estación. 

El coche de su padre es un modelo reciente de color negro, parece pequeño para alguien del tamaño de Enji. Un espacio reducido para un hombre de casi dos metros y 118 kilogramos. Shoto coloca sus maletas en la cajuela y Hawks le salva de ir en el asiento del copiloto cuando lo relega con un gesto de la cabeza al asiento trasero. No es que vaya a quejarse de eso. No está acostumbrado a estar en presencia de su padre demasiado tiempo.

Ambos no saben cómo actuar cuando están juntos. 

—¿Has pedido permiso para visitar a la familia, Shoto? — la voz relajada de Hawks rompe el silencio pesado que se va formando en el interior del coche.

Hawks se ha puesto el cinturón de seguridad y le ordena a Enji que haga lo mismo (—Tenemos que predicar con el ejemplo. Alega y el pelirrojo gruñe aunque obedece); prende la calefacción y la radio a un bajo volumen, solo para que sea un murmullo de fondo. La canción en inglés tiene un ritmo agresivo de guitarras y golpes contundentes a la batería, Shoto no reconoce al grupo pero sabe que Bakugo lo haría, le ha escuchado tocar esa canción en varias ocasiones cuando práctica en el estudio de Present Mic.

—El profesor Aizawa me dio un permiso especial para visitar a mi padre.

El aludido se tensa, las llamas apagadas de su barba dan un chispazo para volver a desaparecer casi inmediatamente.  

—No pareces ser un niño de papi — se burla el rubio, que va jugando con la perforación en su oreja.

—Tengo problemas con mi quirk. 

Shoto espera que eso resuelva toda la curiosidad del héroe alado, no le gusta estar bajo su escrutinio. Puede que el rubio se haga el desinteresado soltando preguntas al azar pero sus inquisidores ojos castaños se mantienen puestos en él y esa sensación de estar siendo leído le desagrada. Hawks parece la clase de hombre que está revisando si Shoto representa una amenaza para Enji. Eso también le incomoda. 

—Toshinori no me ha dicho nada — masculla Enji, pendiente del cambio del semáforo entre verde a rojo. 

¿All Might? Piensan ambos acompañantes del taheño. Shoto no está seguro de lo que eso signifique y Hawks quiere reírse porque Enji es tan evidente que le causa ternura. Pero el coche se queda en silencio, deslizándose entre el trafico incipiente. 

La casa de los Todoroki es grande pero no lujosa. Distribuida como un shinden-sukuri lo más llamativo de ella es el jardín con estanque que Fuyumi se encarga de cuidar con sus peces koi. Con su deseo silencioso por ver su casa transformada en hogar en algún momento. Así que el garage rompe el encanto antiguo de la residencia. 

Dejan los zapatos colocados en el genkan cuando llegan y Fuyumi se ha encargado de ampliar el ima moviendo los fusuma, dejando la mesa en el centro rebosante de platillos entre los que destacan el soba y kuzomochi y una gran variedad de pollo. 

A Enji no termina de sorprenderle la disposición de Fuyumi para reparar su familia, incluso sabiendo que debería ser él quien hiciera mayores intentos por reparar todo lo que destruyó por su ambición. En cambio no le sorprende que Natsu no este presente. De todos es su hijo quien más reacio se muestra a perdonarlo. No lo culpa y no deja que la molestia tome forma dentro de él. Shoto ha admitido que si está en casa es para verlo a él y eso, a final de cuentas, basta para hacerlo sentir un poco mejor. 

Hawks, que es el invitado honorario de la familia Todoroki desde hace días toma asiento frente a la única fémina del grupo. 

—Si vas a cocinar así cada vez que el Benjamín de la familia llegue, entonces iré a hablar con Eraserhead.

—¡Ni siquiera deberías estar aquí! — aunque Enji le grita al rubio este parece inmune a su mal humor.

Shoto toma asiento junto a su hermana, evitando estar demasiado cerca de su padre y Hawks. Porque el mal genio de su progenitor le recuerda a las rabietas explosivas de su rubio, e inevitablemente piensa en los orbes carmín furiosos cuando sepa que se ha ido sin enfrentarlo por el beso. No es que Shoto este seguro de que eso sea lo esperado; afrontar el beso y sus sentimientos sin estar enredándose en ellos.  Probablemente Bakugo se enoje en cualquiera de ambas situaciones. Sin embargo es precisamente por Katsuki que él tuvo que pedir un permiso especial con el profesor Aizawa para ir a ver a Endeavor. 

Sabe, contra todo lo que desconoce, que no puede regresar a Katsuki sin respuestas. Con la remota posibilidad de herirlo. Se niega a ser como su padre. Es inconcebible que él lastime a los que quiere. 

—No vi que te quejaras cuando te ayude a comprar el chocolate para Shoto.— se burla Hawks y Enji nuevamente da un chispazo con las llamas de su bigote. 

Shoto que no ha hecho otra cosa más que observarlo comienza a comprender.

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Los capítulos de la familia son más largos. Varias cosas mencionadas son canon como lo del primer párrafo a los hermanos de Todoroki les gusta el invierno porque son sensibles al calor. A Hawks le gusta molestar a Enji. Fuyumi desea tener una familia. Todos se preocupan por Enji aunque no lo demuestren. Enji sí ha hablado con Toshi al pedirle consejo.

De ahí en más son puros headcanon.

Estén atentas para la publicación del fic para celebrar los 1k votos. :D

La pregunta del día: ¿les agradan Inasa y Camie?

DelicadoWhere stories live. Discover now