Alfombras voladoras

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Los mayores referentes para el romance que Todoroki conoce se limitan a las películas de Hagakure, Mina y las novelas de Jane Austen que le relataba una soñadora Fuyumi cuando cenaban juntos los sábados. Y no está muy seguro de que él pueda ser un señor Darcy o Leonardo DiCaprio en Titanic para atraer la atención de Katsuki Bakugo. Quizás ni siquiera debería mencionar tales ocurrencias, duda demasiado que a Bakugo le vaya a agradar la idea de ser como Elizabeth Bennet. 

Tampoco va a fingir que tiene una enfermedad mortal en fase terminal para apelar a sus buenos sentimientos antes de morir; no lo emborrachará para llevarlo a la cama y embarazarlo — no es posible pero en su mundo plagado de quirks cada cual más extravagante todo podría pasar —; tampoco lo acosará a través del celular fingiendo ser otra persona que sí le guste — porque en tal caso tendría que fingir ser Midoriya o Kirishima y sinceramente prefiere echarse agua hirviendo en el otro ojo antes que caer tan bajo —; ha escuchado cuanto se quejan las chicas por las relaciones tóxicas pero al mismo tiempo piden a alguien controlador en sus vidas. Él no puede ser así. Quisiera ser la mejor versión de él mismo para hacer feliz a Bakugo, aunque no sepa cómo acercarse, para empezar. 

Yo te quiero enseñar, este mundo esplendido...

Todoroki observa con desinterés a Mina y Uraraka cantando en la sala, están subidas en la alfombra que antes estuviera bajo la mesita de centro, flotan gracias al quirk de Uraraka y Yaomomo ha creado un ventilador más grande para moverlas. Jiro se carcajea como solo ella sabe, en el sofá. Y Hagakure sostiene una cartulina con el dibujo de un cielo nocturno tras las chicas sobre la alfombra. 

¿Es una nueva clase de entrenamiento o qué se está perdiendo? 

Un mundo ideal — canturrea Mina. 

—¡Ah! ¿Cómo pudieron dejarme aquí cuando fueron al cine? ¡Era mi momento de brillar! — se queja Mineta.

Todoroki no sabe en qué momento se reunieron los chicos ahí, él solo había bajado por un vaso de agua y un analgésico (o cinco) porque no podía con su cuerpo después de que Bakugo acabara con él en el entrenamiento. 

—¡Pude haberle cantado a Kyoka!— Kaminari se frota las manos contra el rostro, se mira decepcionado y Todoroki no entiende qué es tan especial con esa alfombra y la canción. 

—Podrías pedirle a Uraraka que los haga flotar a ti y a Jiro, aquí — Señala Kirishima.

 —No es lo mismo. ¡Habría sido perfecto en el cine! 

—Los habrían sacado de la sala si hubieran usado sus quirk — por fin comenta Todoroki. 

Entonces todos rompen en carcajadas, incluso Iida y Todoroki no entiende qué es tan gracioso. Probablemente lo encontraría más gracioso si no le doliera hasta respirar. Reír, por supuesto, es demasiado para su cuerpo. 

—Invierano, no cambies, hombre — Kaminari hace la finta de limpiarse una lágrima invisible. 

—Si las chicas fueron al cine sin nosotros deberíamos hacer lo mismo — opina Sero. 

—¡¡¡Salida de chicos!!! — corean Kirishima, Kaminari y al final se les une Sero. 

Así es como al finalizar el concierto improvisado de las chicas, ellos se han unido para salir de manera varonil a pasear. Se han unido al grupo Sato, Tokoyami, incluso el tímido Koda. Todos excepto Midoriya y Bakugo porque no están presentes. Para ninguno es un secreto que esos dos deben estar entrenando juntos. Es algo común que ellos salgan por las noches. 

—Tenemos que invitar a Midoriya y Bakugo, sino el grupo no estaría completo — argumenta Iida, que más que el presidente de clase ha adquirido el rol de hermano mayor. 

—¿Y quién va a ser el valiente que le diga a Bakugo?

Las voces de todos se unen para discutir si es mejor dejarle esa tarea a Midoriya o por el contrario a Kirishima. Y Todoroki se pregunta por qué nadie piensa en dejarle esa tarea a él. 

Al final todos están de acuerdo en que Kirishima es la mejor opción. 

—¿Es porque soy su mejor amigo?

—Es porque a ti no te duele si Bakugo te explota — le aclara Sero. 

Todoroki decide que acompañará a Kirishima en su nueva misión con la esperanza de descubrir como obtener una salida con Bakugo. Una que no sea tan dolorosa como su entrenamiento.

Solo espera que Bakugo no quiera flotar en la sala con una alfombra.

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Por si habían olvidado que ellos viven en los dormitorios y por tanto están todos sus compañeros. Quieran o no también influyen un poquito en su convivencia. 

Todoroki teme que Bakugo se sienta la princesa Jasmín. ¿Qué pensaría si fueran a ver John Wick: chapter 3 - Parabellum?

¿Esto les va gustando? 

Dudas, quejas, sugerencias las leo. 

Próxima actualización antes del miércoles. 

DelicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora