DRARRY & WOLFSTAR

No todo es lo que parece

Harry estaba furioso.

Ron se estaba comportando como un completo imbécil. ¿Qué tanto le costaba entender que Harry no había metido su nombre en el cáliz de fuego?

Le dio una patada a la primera piedra que encontró, enfadado, lanzándola a un arbusto cercano. Se alarmó al oír un repentino siseo de dolor y sus ojos se abrieron como platos al ver una serpiente albina salir del arbusto.

Sabía que debería estar asustado como cualquier persona normal, pero no podía. Aquella serpiente tenía algo que lo hipnotizaba, y simplemente no podía asustarse de ella, no podía evitar quedarse maravillado ante su presencia.

Sin embargo, salió de su trance al darse cuenta de que la serpiente estaba herida.

"Oh, mierda, deja que te ayude" Siseó Harry en pársel, acercándose a la serpiente para tomarla. Esta se apartó de él, siseando con desconfianza "No voy a hacerte daño, pero estas herida, tengo que curarte" Insistió, y la serpiente finalmente le dejó tomarla.

Harry suspiró, pensativo. No podía simplemente llevarla a la enfermería, Madame Pomfrey no estaría dispuesta a curar un animal, y además, dudaba que le dejasen meter aquel tipo de animal en el castillo. Decidió llevarla a la torre de Gryffindor y preguntarle a Hermione, ella sabría que hacer.

"¿Por qué estás herida? ¿Ha sido por la piedra que he lanzado?" Preguntó sintiéndose algo culpable.

La serpiente negó.

"¿Entonces? ¿Alguien te ha hecho algo?" La serpiente volvió a negar.

"No es nada, déjalo" Susurró con voz siseante, que a Harry le resultó familiar.

El moreno se encogió de hombros.

Fueron hasta la Torre en silencio, atrayendo las miradas de curiosos que se sorprendían al ver como aquel chico que estaba siempre de boca en boca daba otra causa más para hablar de él.

Harry puso los ojos en blanco y continuó caminando.

Ron pasó por su lado y se chocó con su hombro a propósito, haciendo que la serpiente tuviera que enroscarse alrededor del brazo del chico para no caerse.

"Sí no fuera porque sé que no me entiende, le diría un par de cosas..." Comentó la criatura, y Harry soltó una carcajada.

La cara de Hermione cuando vio a Harry entrar a la sala común de Gryffindor con una serpiente enroscada en el brazo fue todo un cuadro. Su primera reacción fue gritar de puro horror, y cuando Harry consiguió calmarla, ella no hacía más que decirle que se deshiciera del "bicho".

"¡No puedo Herms, está herida!" Exclamó Harry "Herido" Se corrigió cuando escuchó a la serpiente susurrarle que era macho.

"¡Harry, es una serpiente! ¡Podría ser venenosa, podría devorarte en cualquier momento!"

"Hermione, dudo que esto mida más de 30 centímetros, no creo que pueda comerme" Bufó Harry "Además, si quisiera eso, ya podría haberlo hecho. Es pacífico y está herido, tenemos que ayudarlo, por favor" Harry hizo un puchero y sonrió al ver a su amiga suspirar, rindiéndose.

"Vale. Pero como acerques esa...esa cosa a mí, te juro que te delataré a McGonagall" Amenazó la chica.

Se acercó ligeramente a la serpiente y ejecutó un par de hechizos, murmurando en latín. Harry sonrió al ver a la serpiente curada, y ésta siseó con alivio.

"Dice que gracias" Dijo Harry, mirando a la chica.

"Yo no he dicho eso" Se quejó la serpiente.