El seguía aprisionando mis brazos bajo sus manos. Yo clavaba mi mirada en sus extraños ojos y el en los míos. ¿Por qué se había enfadado? No tenía derecho a enfadarse. El enfadado debería ser yo, me había mentido y no eran mentirijillas tipo santa Claus existe, no, era una muy, muy seria. Se trataba de nuestra vida.
- Creo que después de esto me debes al menos el saber cómo demonios pude acabar enamorado de ti -
- Lo dudo - respondió.
- ¿Por qué? ¿No te amaba? ¿Me obligabas? ¿Estaba embarazado tras un acto de lujuria con un niño? No creo que tengas nada más que ocultar que pueda llegar a impresionarme -
- No ocurrió nada de eso -
- Entonces déjame terminar la historia -
De nuevo me encontraba en la ensenada dónde KyuHyun había puesto a salvo la barca. Tiró de ella conmigo encima a lo largo de la costa hasta llegar a la orilla por la que escapamos la noche anterior. Dejó la barca bien amarrada y luego me miró.
- Vamos -
Yo, osea, mi yo pequeñito, se quedó en la barca y le tendió los brazos, aún con los ojos rojos.
- Si quieres quedarte ahí por mi no hay problema -
Mi mini yo salió rápido y veloz del bote al ver que KyuHyun se alejaba de el y se agarro con ambas manos a su brazo. El lo miró de reojo, pero no lo aparto y siguió andando.
Apenas habían sobrevivido una treintena de personas. Más de la mitad de la aldea había muerto y dedicaron toda la mañana a enterrarlos. Los cadáveres de los asaltantes, que no eran muchos, fueron quemados en una pira al otro lado del valle. Quedaban pocos hombres y todas las chicas que quedaban tenían un niño del que cuidar. Casi todas habían perdido a sus compañeros y se les saltaban las lágrimas al pensar como iban a sobrevivir al invierno.
Se decidió que, al menos para pasar el invierno, cada hombre debería ocuparse de conseguir comida para el, una de las mujeres y sus pequeños. Dos hombres, con sus propios hijos a los que cuidar, se quejaron. Al final decidieron que si había demasiada necesidad compartirían la comida entre todos.
- Lo primero es construir una casa comunal donde poder resguardarnos del frio, que no tardara en llegar -
- Tardaremos demasiado en construir una casa para tantas personas -
KyuHyun, aunque había escuchado todo lo que estaban decidiendo, ahora estaba sobre los escombros de su casa, cogiendo todo lo que sirviese de algo y pasándoselo a mi mini yo.
- Entonces ¿Qué, nos morimos de frío? ¿Y cuando las manadas de lobos se acerquen al bosque buscando comida?
- Deberíamos romper las barcas y usar la madera, así no tendríamos tanto trabajo. Las casas quemadas pueden esperar hasta la primavera -
- Debajo habrá sobrevivido algo. Lo mejor seria rebuscar primero si queda comida o algo de abrigo -
KyuHyun removió un poco más con un palo y cuando estuvo satisfecho me quito algunas cosas de las manos y me indico con la cabeza que le siguiese.
- ¿A donde vas, Cho? – dijo uno de los jóvenes.
- No se vosotros, pero yo no voy a esperar aquí a que llegue la noche -
- ¿Y donde demonios piensas meterte? ¿En la madriguera de algún zorro en el bosque? -
- No, en las cuevas de la ladera. No hay ni lobos ni osos desde hace mucho. Que paséis buen invierno- dijo sin parar de caminar ni un solo momento.
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Oishi Jigoku (Adaptación KyuMin)
ParanormalTítulo: Oishi Jigoku Autor original: ZoeUchiha Link a la historia original: https://www.fanfiction.net/s/3922829/1/Oish%C4%AB-Jigoku Pareja: KyuMin Número de capítulos: Prólogo +17 Advertencia: Esta historia no me pertenece, la adapto por entretenim...