Oishi Jigoku (Adaptación KyuMin)

Capítulo 5: Pasado

Seguía de pie ante el. Tenía que pensar muy bien cada una de las palabras que iba a decirle. No quería cometer ningún error que luego pudiese usar contra mí. El seguía muy tenso, esperando con ansias mal escondidas a que hablase.

- Quiero saber detalladamente los motivos que te llevan a protegerme -

Él agachó la cabeza, como si estuviese en algún programa de televisión y pensase la respuesta más adecuada, o como expresarla.

- No creo que sea el momento más adecuado para añadir una nueva locura más a tu vida. Sobre todo porque para esta no tengo una respuesta completa -

- Habla KyuHyun. Tenemos un trato -

Suspiró, se pasó una mano por el pelo y se levantó. Se acercó hasta mí y tomo mi mano. Pronto estuvimos en medio de una gran habitación repleta de gente. La sala era alta, con un suelo muy pulido. La gente se agolpaba en torno a unas cuerdas que les separaban de los expositores de detrás. Estábamos en un museo.

- Somos invisibles – dijo mientras me cogía la mano y me arrastraba hasta un expositor. Dentro había unas cajas de piedra. Me señaló el letrero con la explicación de lo que contenía la exposición. Eran objetos funerarios del siglo V a.C. Después me señaló una de las cajas. Leí espantado. En la tumba rezaba el nombre "Cho KyuHyun".

-Tú tumba... -

Su dedo volvió a moverse para señalar la lápida de al lado. Sonrió al ver mi reacción.

-Te lo dije -

Esta vez la tumba rezaba el nombre de "Lee SungMin".

- ¿KyuHyun? –pregunté con un hilo de voz.

- ¿Hmm? -

-¿Estoy muerto? -

-No. Supongo que eres una reencarnación o algo así -

-¿De quien? – pregunté, aunque ya suponía la respuesta.

-De mi esposo -

Me quedé contemplando ambos nombres largo rato. ¿Cómo ¿ ¿Cómo podía haber nacido dos veces?

- No sé porqué, pero vuelves a estar aquí. La historia es larga y demasiado dura para querer contarla. Me alegro de que no lo recuerdes. Te busqué durante mucho tiempo a mi llegada, pero no te encontré. Supuse que estabas en el cielo. Para mi esta siendo muy duro volver a verte, SungMin -

Le mire. Aquello era demasiado. Había vivido dos veces, y una de ellas había estado casado con la muerte. ¿Qué nos habría ocurrido? ¿Tan terrible podía haber sido como para poder ver dolor en los ojos de la muerte al recordarlo?

-Tienes derecho a dos preguntas más – me dijo. Yo seguía mirando fijamente el expositor.

-Cuéntamelo, por favor - el me volvió a coger la mano. Estábamos en un valle costero.

-Aquí estaba nuestra casa -

Había huellas de haber habido excavaciones alguna vez, pero el valle permanecía intacto.

-Sobrevivimos del mar y de lo que daba el bosque. Éramos una aldea pequeña. Tú eras de un grupo que vivía en las montañas, algo más al norte. En otoño bajaban a cambiar comida y herramientas. Así te conocí. Venias con tus padres a vender botas de cuero y algunas mantas hechas a mano. Acamparon por allí – dijo señalando un recoveco en la ladera- La segunda noche, un grupo de guerreros de una aldea más lejana nos atacó, buscando encontrar comida para el invierno. Tú eras bastante más joven que yo -

- ¿Cuanto?

-...no estoy seguro, pero por lo menos cinco años más joven -

-¿Y cuantos tenias? -