Capítulo 15

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Amaranta.

Una, dos, tres, cuatros, cinco, seis, siete, ocho... Y... ¡No puedo más! No puedo dar otro saltito más.

—¿Pero qué estás haciendo?—preguntó André mientras me tomaba de la mano y me sentaba preocupado en el sofá—no puedes dar saltos cuando apenas caminas—me solté de su agarre y lo mire mal, que no creyera que porque le estaba dando la oportunidad de acercarse a mi hijo, tuviera derecho a meterse en mis asuntos.—¿No me perdonarás nunca?— me preguntó mientras bufaba y se sentó a mi lado en el sofá.

—¿En dónde está Tommy?—pregunté al no verlo cerca.

—Se ha quedado dormido, Amaranta, Tommy es un niño tan hermoso... Me he enamorado de él— dijo sonriendo de felicidad y sonreí, mi Tommy era un buen niño— ¿Cuando piensas decirle que soy su padre y no un amigo?—preguntó ansioso.

—Es muy pronto, solo dame dos semanas más y se lo diré, quiero que primero conviva contigo— respondí mirando mi teléfono al recibir un mensaje de Stefany.

—Trataré de aguantarme...—sentí que de pronto estaba mirando mi celular y lo bloquee, la pantalla se apagó y dando un largo suspiro me puse de pie— creo que es hora de que te vayas, debo arreglar las cosas para mañana empezar de nuevo a trabajar.

—¿Te ayudo?—preguntó mientras recogía alguno de los juguetes de Tommy del suelo.

No sé qué pretendía André con volver, sabía que quería reivindicarse y estar al lado de Tommy, me había dicho que tenía miedo cuando se lo dije porque él tenía planes y sueños, yo también los tenía, pero bueno así son las cosas la que llevaba el saco era yo. Ahora él doctor y yo era mamá y niñera, pero jamás me arrepentiría de mi Tommy, jamás me arrepentiría de tenerlo cada día conmigo. Tratando de no ser tan bordé me encogí de hombros y asentí.

—¿Recuerdas cuando Rizos te abofeteo?— sonreí, sí claro que recordaba. Dejó un morado en mi mejilla.—¿Qué le habías hecho?

—Nada, ella me golpeó porque no quería que mirara a su novio.

—¡Vaya que era posesiva!-—sí que lo era. Fui hasta la habitación y Tommy efectivamente estaba dormido con más juguetes en el suelo.

Empezamos a recogerlos y André me quedó mirando cuando ambos tomamos un juguete de Tommy, le sonreí sin gracia y se acercó cada vez más a mi, a mis labios ¿Pensaba hacer lo que creía? Cuando vi que tenía cerrado los ojos y su aliento casi chocaba con el mío confundida y algo histérica lo empujé y cayó a la cama desparramado con tí tablas haciendo que Tommy abriera los ojos, pero luego se quedó nuevamente dormido.

¡Mierda, he roto la cama!

—No te acerques a mí, puedo permitir que lo hagas con Tommy, pero no vengas de un día para otro queriendo que todo sea como antes porque no lo lograrás André, ya entre tú y yo todo acabó hace años y aunque te he perdonado, no puedo aceptarte como otra cosa que no sea ser el padre de mi hijo— me miró como si hubiese enloquecido-—no intentes besarme de nuevo, o lo pagarás muy caro—lo señalé con el dedo.

—Disculpa, sólo me dejé llevar—dijo tratando de levantarse.

—Me has dañado la cama...—le recrimine furiosa.

—Pero tú has sido...

—Tu fuiste el culpable—lo interrumpí. Sonrió, pero yo se lo había dicho en serio a lo que él se intimidó y terminó de ayudarme para luego avisar que se iba rápidamente.

André no estaba para nada mal, estaba mucho más alto y mucho más atractivo, pero no podía verlo de otra forma... él seguía siendo el idiota que me abandonó con mi hijo y punto.

A Través De Su Sonrisa Where stories live. Discover now