—¡NO!—rugí—sabes lo que pienso de esa mujer, ahora papá no dejará de molestarme, es un rotundo NO, ¿Te has unido a su juego Nasra? ¿Tú también quieres emparejarme con tu amiga?— pregunté molesto.

—Jamás lo haría, respeto mucho a Kate, solo que se ha peleado con sus padres y al llegar le han cancelado las tarjetas y no tiene dónde quedarse, no sería capaz de dejar a una amiga mía en la calle. Te juro que cuando regresemos ella también lo hará nosotros.—bufé.

—Claro, no es como si me la fueras a dejar—respondí con sarcasmo.

—No seas gruñón...—dijo molesta.

—Adviertele que esté a metros de mi, no quiero ser más grosero, ahora sal de mi despacho ya. Seguiré trabajando.— me lanzó un beso y salió cerrando la puerta suavemente, solté el aire de mis pulmones y me recosté en la silla giratoria... No creo que la presencia de Sira sea una buena idea.

Terminé de hacer mis asuntos e invite a todos a comer afuera para así tomar aire fresco y pasar un rato agradable. No sé cuando Michelle pueda estar de nuevo con toda su familia unida, bueno casi toda su familia así que quería hacerlo por ella, si fuera por mí me importaría un bledo comer mientras trabajaba.

Todo estaba bien hasta que llegó a la mesa la mujer menos deseada por mi, no es que me hubiera hecho algo, es solo que el mismo hecho de que todos quisieran meterla por mis ojos me aborrecía, ahora para rematar la tendría en mi casa.

—Sira, ¡que hermosa estás...!—alabó mi padre viéndome de reojo—¿No es así Yassir?— asentí sin dejar de mirar el delicioso platillo de pastas. Si, esto estaba un poco más interesante.—¿Puedes tener un poco de Edu...?

—¡Papá! fíjate qué hermoso candelabro tiene el restaurante.—interrumpió Nasra ayudándome.

—¡Oh, sí cariño! Quedaría hermoso en nuestra amplia sala.— acotó mamá guiñandome un ojo y se los agradecí . Lo último que quería hacer ahora era salir de mala gana del restaurante teniendo tanta hambre.

—¿Papi, quién es ella?— preguntó Michelle quién estaba sentada junto a mí, mirando a Sira.

—Una amiga de Nasra.—respondí y volví a comer mientras ella me imitaba.

Sira se sentó y se reanudó una conversación sobre los platillos exquisitos, sobre la última moda y revistas de cuchicheos de la que los hombres no hicimos parte, yo sólo hablaba con Michelle y me encontraba más de una vez con la mirada coqueta de Sira.

No te hagas eso Sira, no te lo hagas.

Al llegar a casa Michelle estaba dormida, así que la subí a su habitación y entre a la de Kate para saber si todo estaba bien.

Cansado y sintiéndome en ese momento más solo que nunca me metí a mi habitación pensando solo en ella, en sus bonitos ojos café, decidí escribirle para saber cómo había seguido su tobillo, no quería que creyera que era un jefe desalmado.

CHAT.

Yassir: Buenas noches, Amaranta ¿cómo has estado?—Recibí su respuesta casi al instante.

Amaranta: Buenas noches, estoy mucho mejor, creo que mañana ya podré regresar, estoy ansiosa por seguir mi labor. ¿Cómo está Michelle, tu familia... Tú?

Yassir: Eso me alegra mucho, lamento de nuevo ser el culpable... Michelle me tiene loco preguntando por ti a cada momento, es seguro que te extraña mucho... Y mi familia está muy bien—y yo también extraño verte en casa, pensé.

Amaranta: También la he echado de menos, con precaución podré hacer mi trabajo, al menos ya puedo afirmar el pie, solamente fue algo leve gracias a Dios, pero no me has dicho cómo estás tú.

Yassir: Estoy bien, sólo quiero decirte que si aún no estas recuperada, entonces tómate mas días, yo puedo encargarme de Michelle, primero debes ocuparte de su comodidad. ¿Cómo está Tommy?—hacía falta ver ese pequeño torbellino correr y rebotar por los rincones de la casa.

Amaranta: Él está siendo muy él 😅, gracias por preguntar. Y por lo otro... me siento mucho mejor, así que no se salvará de que rompa algo en su casa de nuevo, me alegro de que esté bien.

Yassir: Es un niño muy especial, es igual que tú en todo sentido, no miento al decir que he extrañado algún golpe tuyo.

Amaranta: No puedo creer que eres un hombre muy masoquista, ¿Quien lo diría?.

Yassir: Yo lo que no puedo creer es todo lo que me has hecho ver y sentir en estos meses—Pasó un minuto, dos, tres... Tomé el teléfono al sentirlo vibrar.

Amaranta: Yassir... ¿Porqué haces esto?.

Yassir: Ni yo mismo entiendo que me estás haciendo, sólo puedo decirte y confesarte por este medio que estoy loco por tenerte, lamento ponerte en este puesto, pero siempre sin importar las circunstancias soy sincero y Amaranta tú en estos momentos no dejas de volverme loco cada vez que reanudo en mi cerebro reptiliano esos besos y caricias, sólo avivo y confirmo el hecho de que te deseo.

Amaranta: Yassir... No sigas, es imposible lo que pueda suceder entre tú y yo, estoy segura que en estos momentos te has sentido culpable por todo lo que estás pensando conmigo de protagonista, no soy ese tipo de mujer que se aprovecha, no es jugar limpio... Sé que si ella estuviera bien jamás me hubieras mirado, asi que solo intentemos ser buenos amigos, sé que de ahora en adelante nos llevaremos bien.

Yassir: ¿Me deseas?

Amaranta: Me ha entrado sueño...😴

Yassir: Responde a mi pregunta y te juro que no vuelvo a molestarte más esta noche.

Amaranta: ¿Quieres que te diga la verdad?

Yassir: Absolutamente Amaranta.

¡Dios estoy impaciente! ¿Porqué le he dicho todo eso? ¿Por qué esa necesidad de saber que le atraigo de igual forma?

Amaranta: Sólo hay una absoluta verdad y es que te deseo como nunca he deseado a nadie.😳 Ahora, si ya se siente satisfecho... Ya debo meterme a la cama, buenas noches Yassir.

Yassir: Dulce sueño...

Leí y releí esos mensajes hasta quedarme dormido con el celular en la mano.

*****

—¡Said, despierta!— toqué la habitación fuerte.

—Ya estoy casi listo, ¿acaso creías que olvidaría ver a Ami?.

—Te espero en el auto—ansioso y algo nervioso por volverla a verla me solté los botones de mi suéter tipo polo, hacía bastante calor aquí. Encendí el aire y vi a mi hermano salir apresuradamente.

—Mamá ha preguntado que para dónde íbamos con prisa.—dijo mientras subía al carro.

—¿Qué le has dicho?

—Que iríamos por la niñera y Sira enseguida dijo: "incluso a esa le da mejor atención que a mí" —dijo imitando su voz chillona quise reir—papá hizo un gesto de pocos amigos— suspiré cansado.

—¡De malas! no le pedí que viniera. Está en mí casa por deseos de Nasra, no por los mios, yo sólo quiero ser una ayuda para Amaranta ya que fué mi culpa que cayera.

—Con que Amaran...

—No empieces...—le advertí con la mirada.

—¿Cómo que tu cul...? —lo interrumpí subiendo el volumen de la radio y arranqué el auto dirigiéndome a toda velocidad a la dirección que aparecía en sus datos.

¡Qué bocota tenía!

A Través De Su Sonrisa Where stories live. Discover now