El pelirosa estaba sumamente sorprendido de la gran mentira que el otro había inventado en cuestión de minutos. A él no se le hubiera ocurrido jamás algo así y la confianza con la que el alfa hablaba parecía no dejar lugar a dudas. Tímidamente, levantó su rostro para ver a su madre quien, lejos de lucir en desacuerdo con lo dicho anteriormente, parecía complacida aunque quisiera ocultarlo. A la mujer poco le importaba si realmente Jaehyun le llevaba a ese lugar o a un callejón para tener sexo, solo le interesaba que fuera con ese alfa de una buena posición económica.

— No lo sé. Jaemin aún es algo joven para asistir a un lugar solo con universitarios y, no se ofenda joven Jung, acompañado de un alfa. — Si no hubiera conocido realmente a la mujer de verdad se hubiera creído su actuación de una madre preocupada por la integridad de su hijo.— Jae cariño ¿De verdad quieres ir cielo?

Sus mejillas se tornaron rosadas de golpe mientras que su boca se abría y cerraba tratando de formular algo medianamente coherente. Un nuevo apretón en su hombro le hizo reaccionar y aclararse un poco. No podía dudar demasiado o ella empezaría a sospechar.

— Si... quiero ir. Prometo portarme bien mamá. No voy a alejarme de Yoon Oh, lo juro.

Observó los ojos brillantes de su madre sintiendo asco ante ellos. Ella asintió, dando su permiso pidiéndole al alfa que por favor le cuidara durante esa noche, que le estaba confiando a "su mayor tesoro". No sabía cómo esa mujer podía mentir de una manera tan descarada sin siquiera inmutarse. Jaehyun prometió que le cuidaría y que nadie le haría nada, luego le pidió a sus padres la llave del auto en la que habían venido, ellos podrían llamar a su chófer cuando quisieran irse.

Las piernas de Jaemin temblaban cuando entró al auto de los padres de Jaehyun, quien dejó salir una risa divertida mientras le miraba. Llevó una de sus manos hasta su cabello, despeinándole.

— ¿Nunca le habías mentido a tu madre?

— Nunca le había dicho una mentira para escaparme a una fiesta... yo no soy esa clase de chico.

— No es como si fueras a hacer algo malo Jaemin, solo iras a divertirte con tus amigos... y tu no novio. Sólo avísame si se fugan para hacer alguna otra cosa por allí pues deberé de llevarte yo hasta tu casa o sino sospechará.

El omega se sonrojó ante la sonrisa pícara en los labios del alfa y terminó por darle un golpe en su brazo, escuchando como la risa ajena invadía el auto un segundo después. Jaehyun puso algo de música antes de comenzar a conducir en calma, tarareando las canciones que pasaban sin despegar su vista del frente del camino. Estuvo observando por la ventana hasta percatarse de que jamás le dijo donde era la fiesta, aún era muy temprano para ir a la misma y, en definitiva, no sabía a donde le estaba llevando.

— Jaehyun, no quiero sonar como si desconfiara de ti pero... ¿A dónde estamos yendo? — Preguntó con algo de nervios, notando como la sonrisa del alfa aparecía en sus labios. —

— Pues no pienso asistir a una fiesta solo y tú no puedes ir vestido así, no luces mal pero no es lo adecuado. Yo tampoco puedo ir con lo que traigo puesto. Estamos yendo a donde vive Doyoung, él te dará algo de ropa y yo tengo algo de lo mío en su departamento.

El omega no pudo sentirse más sorprendido por aquello, no sabía que irían hacia allí y los nervios no tardaron en invadirle. No estaba seguro de querer conocer al omega de Jaehyun. Doyoung siempre era alguien bueno en los relatos del alfa pero no sabía cómo reaccionaría ante su presencia. Jaemin en su lugar no estaría muy feliz.

Se estacionaron frente a un edificio de unos quince pisos de alto. Jaehyun bajo con total calma mientras que el menor dudo por unos segundos antes de suspirar y hacerlo también. El mayor entro al lugar confiado, saludando al portero quien le respondió el saludo, se notaba que ya le conocía desde hace tiempo. Ambos subieron a uno de los ascensores marcando el piso 7. Uno de los pies de Jaemin repiqueteaba contra el suelo mientras esperaba a que las puertas se abrieran. Y cuando lo hicieron, casi se queda dentro pero fue sacado por el más alto. Se detuvieron frente a la puerta C tocando el timbre. No tardaron los pasos acercándose y la puerta siendo abierta. El aroma a arándanos del omega le golpeó el rostro mientras miraba al chico frente a él. Era un omega alto, delgado con facciones finas y cabello negro.

Opuestos En Común. NominWhere stories live. Discover now