Destino

Capítulo 6: "¿Sólo un sueño?"

Me desperté, ¿dónde? No podía abrir los ojos, recordé ver a Clara, todo fue tan confuso, ¿por qué decía que me fuera? ¿Todo habría sido solo un tonto sueño?

Tomé todas mis fuerzas y abrí los ojos, no veía nada, pestañeé varias veces para aclarar mi vista, ahora veía con más claridad, giré mi cabeza, vi a Sebastián durmiendo a mi lado, eché un vistazo por la habitación, todo seguía normal, todo era como siempre, todo estaba igual.

¿Por qué desde que me mudé a esta casa no podía sacar a Clara de mi cabeza?

Sebastián se despertó, me miró y sonrió con alivio.

—¿Estás bien, hermosa? —dijo mientras acariciaba mi mejilla con su mano.

—Sí, eso creo. —Le dediqué mi mejor sonrisa, para que no se preocupara.

—¿Qué te pasó? Cuando llegué, no te encontré, comencé a buscarte y te encontré desmayada en el fondo de la casa, llamé al doctor y dijo que era solo un desmayo h que si cuando te despertaras pasaba algo, o te sentías mal que lo volviera a llamar.

—Tranquilo, estoy bien.

—Pero... ¿qué te pasó?

—Es que... no sé, juro —empecé a tartamudear, el tomó mi mano con fuerza.— ...que vi a Clara.

—¿A qué Clara? —Se hizo el tonto.

—Clara Smith. —Dije fríamente, volteando los ojos.

—Ahh, eso es malo, quizás te desmayaste y comenzaste a soñar, ¿ésos recuerdos son claros?

—No en realidad, si te lo contara no entenderías cómo fue, ya que ni yo misma entiendo bien.

—Sólo fue un sueño entonces. —Besó mi frente. —A dormir, hermosa.

—Que descanses. —Me tapé con la sábana.

¿Sólo un sueño? No lo sé, creo que mi mente me está jugando en contra. Pero si fuera verdad, si esa era Clara, Sebastián sí había visto ese vestido, éste vestido que Clara me reclamaba ayer, eso significaba que entre toda mi locura había algo de realidad. Todo era tan confuso.

Entre mis pensamientos, ya eran las 6am, me levanté y fui al baño, me metí en la ducha, abrí la canilla, dejé que el agua limpiara mis pensamientos, el vapor del agua caliente hacía que me relajara.

Salí envuelta en una toalla. Me miré en el espejo y comencé a darle forma a mi cabello con un peine.

Salí del baño y me dirigí al cuarto, entré y fui a despertar a Sebastián, ¿qué hacía allí? Era imposible, no podía ser cierto...