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Anya

-20 mil dólares?!- exclama Nas a través del teléfono.-estas segura que no es menos?

-Ya hice las cuentas tres veces- respondo.-hasta hace cuatro meses las cuentas estaban a la perfección, faltan 20 mil de los grandes.

-No te habrás equivocado?

-Sabes que los números nunca me han mentido- le recuerdo.

Había dejado a la madre de Aleksei en su hotel, sus palabras sonaban en mi cabeza.

Ella quería que hiciera que Aleksei acepte a Lev de nuevo.

Pero yo no iba a hacer eso. No podía, no era lo correcto, Alek ya era grande y el podía hacer sus propias decisiones, el no necesitaba de mi para eso.

Pero una cosa era pensar eso, y otra completamente diferente era decirle a Viktoria Alkaev que no.

La mujer me aterraba.

-Háblame del departamento? Es de ensueño? Cuántos cuartos tiene?

-De ensueño es poco- replico jugando con el collar en mi cuello.-Nas, este departamento tiene dos putos pisos; de donde vengo esto no es más que un dulce sueño.

-Y tú ruso te está dando esa vida de ensueño- dice Nas y casi puedo ver la sonrisa en su cara.-te están tratando como a una princesa, nena; te mereces esto desde hace tiempo, y ahora lo tienes! Joder, estoy feliz por ti.

Yo también estaba feliz, pero no me gustaba esto del todo. Parte de mi sentía que intercambiaba la vida de Havel para tener todo esto conmigo.

-Cambiando de tema- digo, para distraer a Nas.-Cuando nos vamos a ver?

-Cuando lo de tu hermano se resuelva nena- responde.

-Como se supone que voy a decirle a Aleksei que le han robado 20 mil dólares?

-Desnuda y con una botella de vodka ora disminuir su ira?

Estalló en carcajadas mientras giró la página del libro frente a mi.

Amo los números, son predecibles, tienen sentido, en todos lados son iguales.

Eran perfectos, punto.

-A Aleksei le gusta tirar de mi cabello cuando lo hacemos- suelto y al segundo tapo mi boca y miro hacia la puerta de la habitación, como queriendo asegurarme que Alek no me escucho.

-Perdón?

-Si le dices que sabes te mato.

-Y... que se siente?- pregunta con curiosidad.

-El que?

-Que tire de tu cabello, te ha amarrado? Dejarías que te amarre? Joder, Anya; haz encontrado a tu Christian Grey?

-No quiero un Christian Grey- le replico.-No me gustan los maniáticos del control, ya he tenido de esos y quede curada, y se siente bien que tiren de mi cabello- murmuro lo último mientras me sonrojo.

-Creo que me gusta una chica.

Tan pronto las palabras de Nas llegan a mis oídos y son procesadas por mi cerebro quedo tan sorprendida que hago malabares para que el celular que me dio Aleksei no se caiga al piso.

-Desde cuando?

-Desde cuando que?

-Desde cuando te gustan las chicas?- pregunto, un poco herida.-No veía esto venir, cariño porque nunca me dijiste nada, sentías que no podías confiarme esto?

-Siempre me han parecido hermosas las mujeres tanto como los hombres, pero nunca me he siento curiosa respecto a probarlas y estar físicamente con una.

-Hasta ahora- digo.

-Si, hasta ahora, nena. Sé que puedo confiar en ti para todo; pero tú y yo sabemos de donde venimos; si alguna vez le hubiera dicho algo a mi padre sobre esto me hubiera enviado a esos campamentos de mierda, y la atracción nunca fue como con un chico así que lo ignoré.

>>Hace meses que voy al hospital para clases y recorridos; en ese tiempo conocí a la Jefa de Cirugía Cardiotoracica, quien déjame decirte, debe ser la reencarnación de Afrodita porque la mujer es hermosa; y se aprendió mi nombre! Sabes cuantos doctores se aprenden los nombres de las enfermeras?!

-Cuántos?

-Prácticamente ninguno- responde.-pero ella se toma el tiempo de aprenderse el nombre del personal; y la voy a ver todos los días por tres meses más porque mi primera asignación es Cardio.

-Entonces- digo, algo mareada.-ella es bonita, amable; pero a ella le gustan las ellas?

-La Jefa de Pediatría es su ex esposa- réplica.-hice mi tarea; se divorciaron porque la engañó con un interno, luego ella se mudó a la casa del interno, ese interno ahora es un residente- me informa.

-Nena, está es mucha información para procesar- le digo.

-Lo sé.

-Pero si te gusta, está buena; y aparte es una buena persona; ve por ello- digo con simpleza.

-Te amo nena, mucho.

-Yo más.

-Bueno, mi guardia empieza en media hora, voy a bañarme; avísame cómo se toma tu ruso el echo de que le hayan robado 20 mil dólares.

-Ni me recuerdes de esa noticia- digo con pesadez.

-Desnuda y vodka, escucha mi consejo. Oh, y pregúntale si planea amarrarte.

Sus palabras me hacen reír antes de escuchar pasos en la planta baja.

-Creo que Alek llegó nena, te llamo después, me avisas como te va.

-Te amo Anya.

-Yo también.

Tomo los libros de contabilidad antes de dejarlos uno sobre otros junto a la gran cama.

Salgo despacio de la habitación y me asomo hacia las escaleras para ver quien está abajo.

Suelto un suspiro de alivio cuando veo a Aleksei con bolsas de Target en sus manos mientras camina a la cocina.

Rápidamente regreso a nuestra habitación y me quito la ropa que tenía puesta.

En este momento tenía muchas hormonas y un hombre muy ardiente ahí para mi, e iba a usarlo.

Tanto como quisiera.

Con Un Mafioso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora