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¿Qué es tener una vida lujosa? Uno pensaría que vivir de esa manera, sería completamente sencilla, tu eres el rey, se hace lo que uno ordene, tu serás el líder de tu vida, no habrá nadie quien te lo impida porque tu la controlas a tu propio gusto sin que nadie te diga que hacer.

O bueno... Eso pensaría uno, pero en el caso de Jung WooYoung no era su vida así y eso que vivía entre una familia con bastante dinero.
Sin duda él prefiria vivir su vida a modo de diversión como solían mencionar en algunas canciones, no le gustaba estar encerrado todo tiempo en casa. Y todo se debía a que recibía gran parte de dinero debido a los negocios familiares, este era obligado a corresponderles y vivir de la forma en que le había tocado.
Se sentía prisionero lo cual no le gustaba.

Era cuidado por su propio mayordomo, MinGi era el nombre de este, quien le cuidaba muy bien y protegía, era su único amigo con el cual podía confiar, pues en ocasiones WooYoung se escapaba a alguna fiesta y tenía que sobornar a su mayordomo para que no dijera ninguna sola palabra de los lugares al cual iba.

Ahora mismo, se encontraba de vuelta de una fiesta, eran las cinco de la madrugada y para entrar no había logrado el éxito, pues hizo un diminuto ruido que se provocó al abrir la puerta de su casa, observó como su padre cruzado de brazos lo miraba, no muy contento.

-¿A dónde habías ido?. Sabes que no tienes ninguna autorización para ir a un sitio como el que fuiste.

-Appa ya no soy un niño, recuerdalo.-Dicho aquello soltó un hipido, en efecto, venía completamente ebrio.

-Se que no lo eres, pero no vuelvas a estas horas que la ciudad es peligrosa, debido a esto no volverás a salir. Duerme en este instante, dentro de unas horas más hablaré con MinGi para que te despierte y te vistas de forma educada pues vamos a comer a un restaurante con un socio mío.

-¿pero yo qué haré ahí?.-Tal vez ya era un adulto, pero aún tenía comportamientos tales como un niño de siete años debido a su embriaguez.

-Si tanto quieres trabajar para mi empresa tendrás que acostumbrarte a estas cenas.

-Nadie quiere tu estúpida empresa, por eso estamos en ruinas por eso fui a embriagarme al más no poder, tu me obligas a trabajar ahí yo no quiero, moriría antes de ser como tú.-Habló molesto dirigiéndose rumbo a su habitación seguido de su mayordomo que en todo momento se quedó en silencio.

El dueño de la casa soltó un suspiro y miró al mayordomo.

-MinGi, a las 6 y media lo quiero en el restaurante Moons, procura que esté a tiempo.

-Sí señor.

Dicho aquello el mayordomo se fue rumbo a su propia habitación pues este también quería dormir un par de horas más, mientras que por el lado contrario del señor Jung tenía que irse a su empleo desde esas horas de la madrugada.

Dejó pasar el tiempo a unas horas más, pero en esta ocasión nos enfocaremos a las cinco y media de la tarde, el mayordomo se dirigió rumbo a la habitación del joven y abrió la puerta.

-Joven Jung, perdone mi manera de entrar, pero....su padre me ha pedido que se aliste. Tenemos que salir.

-¿qué no ves que estoy jugando?. - Dijo sin despegar su vista del televisor

-Joven Jung, tenemos que apresurarnos si queremos llegar temprano, así que vamos. Arriba.

El chico solamente continuó jugando sin obedecer ninguna palabra, MinGi sabía que de esa cita correría el riesgo de su empleo así que se colocó frente al televisor y desconectó aquella consola.

-¡Hey! Le diré a mi padre.

-Si, Si, niño mimado, apresurarte y ve a tomar tu ducha que se hace tarde.

-¿o si no qué?. -Le retó cruzando sus brazos mirándolo con una ceja levantada.

Paso unos cuantos minutos y WooYoung salió de su baño ya vestido y bañado, no quiso secarse su cabellera porque pensó que era innecesario.

¿Cómo había obedecido? Con la simple técnica del soborno, MinGi prometió darle la mitad de su salario solamente en su próxima paga, lo cual había sido bastante bueno para el sujeto del cabello púrpura.

Estaban a cinco minutos de retraso para llegar al sitio donde se tenían que ubicar.

-El jefe me matará por esto.  ¡Anda cubrete esos tatuajes! Ponte el abrigo.

Algo que jamás se le hizo mención pero si debemos de tomar en cuenta, es que aquel sujeto tenía dibujos en su piel permanentes. A nadie de su casa le agradaba pero para este era la maravilla, si recibió ciertos regaños o castigos debido a ellos, pero este permaneció de pie teniendo más voluntad para hacerse otros más en su piel.

Este obedeció simplemente porque hacía frío, era diciembre por lo que los inviernos estaban al máximo poder.

Al llegar al sitio un camarero les pidió su reservación, expecificaron con quienes iban y les permitieron el pase.

WooYoung verdaderamente creía que iría solo a una cita con su padre y su personal de negocios, pero no era así, pues se había asombrado bastante en ver a tres personas, uno parecía de su edad, o incluso se veía un poco más joven por su rostro infantil. Y el otro era sumamente serio acompañado de una mujer de cabello corto con un vestido formal y de igual forma se cubría con un saco de vestir.

-Hijo, te presento a los Choi. Anda no tengas miedo y toma asiento.

-Con su permiso, señor Jung, me iré.-Dijo MinGi haciendo una reverencia e irse al auto, esa era su idea pero su jefe le detuvo.

-¡espera! MinGi, por favor date una vuelta, tardaremos.-El sujeto asintió y se marchó seguido de otra reverencia.

WooYoung por su parte soltó un suspiro y se sentó en el único sitio libre, junto al chico de rostro infantil.

-¿ya sabe que ordenar?. - Habló el mozo sacando su libreta y tomar apuntes de los pedidos que se le realizarán.

-Yo quiero limonada y Sushi. Este por favor. - Pidió aquel rollo de sushi que el nombre le costaba decir, el mesero asintió y tomó la orden mirando a los otros sujetos.

-Solo quiero un vaso de agua.-Respondió sin ni siquiera tocar el menú.

-¿Qué? Hijo ya no comeremos en casa, decide de una vez.

-Se que esto no demorará tanto, así que quiero mi agua ahora.-Dijo mirando a su padre con su rostro serio y un poco mandón. Por parte de su padre se puso rojo de sus mejillas, debido a la forma en que le había hablado su hijo, no era buena por el sitio en que se encontraba, mucho menos con esas personas ahí presentes.

Su padre lo miró molesto y como lo tenía frente a él le dió una patada a las piernas de su hijo, este claramente sintió el dolor y se quejó. Soltó un suspiro y señaló al azar cualquier producto del menú.

-¡Wow! Comeremos lo mismo.-Respondió el hijo del señor ahí presente aplaudiendo en modo infantil mirando al sujeto a su lado.

WooYoung se sorprendió ante eso y miró su dedo que en efecto señalaba el mismo pedido que el extraño.

El mesero tomó las demás órdenes y después se alejó con cauteleza.

-Bien... La principal razón por la cual los citamos es que, queremos que se conozcan un poco más, si gustan les damos su propia mesa.-Habló el señor Jung entusiasmado.

El adulto Choi le miró sonriente a su esposa y después al padre de aquel grosero.

-Padre ve al punto de la situación.
Ahora mismo estaría jugando videojuegos pero aquí me tienes, así que prisa porque dispongo de mi tiempo.

-De acuerdo....San, éste mal educado es mi hijo Jung WooYoung, e hijo este sujeto agradable y simpático es Choi San.-Guardó silencio unos segundos y después habló sonriendo.-Tu futuro esposo.

DON'T MARRY ME (WooSan)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant