Fuego seria la mejor descripción.
Esa sensación tan única, tan calurosa y afectuosa era algo que solo encontraba en Rick Grimes, en cada toque, cada beso e incluso cada mirada, sentía mi cuerpo desfallecer.
Una sensación que amaré hasta el fin de...
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Camino aun sujetándome de la persona que me ha ayudado, la cual no puedo distinguir debido a toda la oscuridad. Me lleva hacia lo que pareciera ser un establo muy bien protegido y sin nadie alrededor. Me deja sentada en el suelo, y por un momento puedo ver su rostro cuando una tenue luz ilumina esta.
- Tom - susurro levemente, quejándome de dolor al mover mi brazo levemente.
- Descuida, estaras bien.
El tiroteo continúa a nuestro alrededor, mientras Tom rompe una parte de su camisa, y procede a acercarse a mi.
- ¿Lista? - cuestiona.
- En realidad, no - le respondo.
- Intenta no gritar, o nos encontraran.
Asiento con la cabeza, mientras muerdo mis mejillas internamente. El coloca una de sus manos en mi brazo, y la otra en la flecha que aún sigue encajada en mi piel, con todo y la tela de mi blusa, gimo de dolor al sentir como la punta va saliendo poco a poco, y dado su forma causa molestias en mi brazo, haciendo que todo duela. Suspiro de alivio al ver que el arma está afuera, sin embargo por la enorme herida la sangre comienza a salir.
Tom limpia lo mejor que puede la herida, pasando algo húmedo que me hace arder la piel, sin embargo me esfuerzo por no gritar, luego rodea mi brazo con el pedazo de tela, haciendo un improvisado torniquete, apretando este un poco.
- Tendré que coserte cuando esto termine ¿Bien?
Le asiento con la cabeza, viendo como el se pone de pie para luego tenderle la mano y ayudarme a parar también. Tomo mi arma difícilmente con mi brazo bueno, mientras por su parte él saca su arma también. Verifica bien que no haya nadie cerca antes de asentir con la cabeza y posteriormente salir corriendo, por lo que hago lo mismo, yendo detras de él. No escondemos entre los autos, avanzando con cautela hasta la mansión de Hilltop.
Los disparos se frenan por un momento, haciendo que toda la comunidad quede en completo silencio. Lo llamó por la espalda haciendo que me mire, señalando los autos justo frente a la mansión donde todos están escondidos y preparados. Logró ver a Carl, por lo que le señaló con la cabeza, y ambos avanzamos hacia él.
El chico se espanta y apunta a nuestra dirección aunque termina bajando el arma al notar que se trata de mi.
- Carajo ¿Jane, estás bien? - cuestiona en un susurro, viendo el torniquete totalmente teñido de rojo.
- Lo estoy.
Él asiente con la cabeza antes de volver a mirar hacia la entrada por lo que hago lo mismo. Todo está totalmente oscuro y en silencio, mientras todos los que puedo alcanzar a ver apuntan hacia la entrada del lugar. El reflejo de la luna nos permite ver a unas personas saliendo detras del autobus amarillo, mirando en dirección en la que estamos, pero dudo que puedan vernos. Se dispersan poco a poco con intenciones de acercarse, pero antes de permitir aquello, las luces de los autos son encendidas, iluminando a todos los salvadores.
