Escena 9. El secreto de una Ninfómana (Sin Edición)

19 2 0
                                    

Escena 9. El secreto de una Ninfómana

"Soy una mujer promiscua, sí, porque pretendo utilizar el sexo como medio para encontrar lo que todo el mundo busca: reconocimiento, placer, autoestima y, en definitiva, amor y cariño. ¿Qué hay de patológico en eso? Si queréis ponerme un nombre, adelante no me importa, pero sabed que lo que soy en realidad es una Nereida, una Ninfa sencillamente."

Valerie Tasso – Diario de una Ninfómana.

Mi historia es curiosa, es difícil saber cuándo empezó esta divertida y confusa aventura, desesperando a veces. No sabría decir con exactitud cuándo perdí el control sobre mí cuerpo. Un día mis sensaciones decidieron que era hora de jubilarse y, sin previo aviso, sin ninguna vacilación, desaparecieron, y hoy en día estoy sumergida en el pecado carnal, de esas motivaciones en ojos ajenos que poco a poco me llenan.

Es complicado entenderme ahora. Todo es tan diferente, en este momento me encuentro desalentada por el cansancio, el insomnio de estos días está acabando conmigo, estoy desesperada, me acosté en mi cama sin esperar nada a cambio, sabía que regresaría a su manera. Mi cabeza era un entramado complejo de pensamientos y preguntas, ¿Quién soy? ¿Por qué siento que ya estoy perdida? ¿En qué clase de monstruo me he convertido? ¿Qué fue de aquella mujer? Era como si todo mi cuerpo se hubiera confabulado en mi contra y no me diera descanso.

Todo comenzó a mediados de abril, esa noche era preciosa, y bueno tenía que darle honor a la representación de mi nombre, una cazadora y más si es cuarto creciente, como todos los viernes fuimos a una discoteca que quedaba en el cerca a la playa, Peccatum, es nuestro cuartel de diversión, ya no podría contarte cuantas aventuras he pasado en ese curioso lugar, nadie sabe quién es el dueño, estaba con mi amigo Ralph, mientras esperábamos al resto del grupo, y decidimos tomarnos unas cervezas.

Pasaron unos 20 minutos y llego todo el combo, estaban preciosas, si no fueran mis amigas de seguro ay me les estaría insinuando a más de una, y como siempre Lizbeth aburrida, se le nota el cansancio, bueno es hora de divertirnos, la noche fue genial, yo me divertía viendo los espectáculos de barra de Lizbeth. Ella rechazando a cualquiera que se le acerque, hombre o mujer, es divertido, lo que más me sorprende es enterarme que Ralph está saliendo con una muchacha encantadora, muy linda, Kaetlyn es la fantasía de cualquier hombre o mujer sobre la faz de la tierra, aunque ella es un poco mayor que él, es una mujer despampanante y me vuelve loca cada vez que la veo, realmente se puede decir que estoy enamorada de ella, pero también de su mejor amiga, ella besa delicioso, si pudiera desearía estar con ellas dos.

– Sabes definitivamente, debiste quedarte en tu casa, no bailas, miras mal a todo el mundo, párate de ahí y ven a divertirte, que esta noche estamos sueltas – Le dije a Lizbeth, un poco alterada.

– Mira Diana, por favor cálmate y no me vengas con cuentos, desde un principio sabias que no quería salir de mi casa, y me deje convencer, así que te aguantas, igual estoy aburrida y me quiero ir a otro lugar – me respondió Lizbeth.

No le pare bolas y seguí bailando, realmente cada loco con su cuento, entre más me dejaba poseer por la música más me cogía el alcohol , sentía como el cuerpo se calentaba más y más, y cada vez era más frágil al roce de cada cuerpo, no importaba si era hombre o mujer, sus cuerpos me volvían loca, desea comerme alguno, quería que pasara, pero dentro del bar era casi imposible y no quería que me vetaran de nuevo, ya me habían pillado con una francesa en el baño de mujeres y no pude entrar al bar un poco más de un mes.

Escuche a Dakota discutir con Lizbeth, como siempre esas dos, definitivamente ser medios hermanas es un caos, no siempre logran entenderse ese par.

– Lizbeth, deja de ser tan aburrida, ven y baila un poco amiga. – Le decía Dakota algo tomada.

¬– Dakota no molestes, estoy muy cansada, déjame en la barra tranquila, acá estoy cómoda, y veo como otros disfrutan de la fiesta, igual sabes que este ambiente no me gusta, por qué mejor no nos vamos a la playa, compramos más trago y nos divertimos – Fue la mejor conversación que salió de esas dos, en toda la noche.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 19, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Narraciones Profanas: Lilith, la caminante nocturna.Where stories live. Discover now