Escena 2. El Cura sin cura.

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El Silencio de la Virtud

"Y para los amantes su amor desesperado podrá ser un delito... pero nunca un pecado"

José Ángel Buesa

El sacerdote extendió sus brazos, saludo a sus fieles y dijo: El Señor esté con ustedes. Y se escucha unánime en el recinto: Y con tu espíritu.

Pueden ir en la Paz de Cristo y nuevamente en coro responden sus fieles: Demos gracias a Dios. Entonces el sacerdote según su costumbre, venera el altar con un beso y muestra la reverencia y se retira. Una de sus acólitas se acerca y le dice al Padre Inocencio que lo están esperando en el confesionario, él se toma su tiempo, arregla su indumentaria y cuando se halla listo se dirige a un encuentro poco común.

Buenas tardes Hija mía, en que puedo ayudarte... pregunta el padre sin saber la exhortación que sufriría su alma... Veo que eres una joven muy linda, que pecados traes consigo, que necesitas liberar ante dios.

- Padre escuche mi historia y luego confiéseme sus pecados...

- ¿Qué es esa impertinencia hija mía?

- No tenga miedo de relatarme sus aventuras, yo lo entenderé, y podrá ver el mundo con otros ojos...

El padre lleno de curiosidad y sin poder decir nada, solo puede responderle a esa delicada e imprudente voz...

- ¿Cómo en verdad es? Hija, en serio quieres conocer mis pecados...

Y sin esperar, ella le responde...

- Si padre, usted es más humano que muchos de sus fieles. Hace mucho abrí los ojos y ahora soy libre, permítame enseñarle lo mismo a usted. Pero antes de ello, le cantaré la historia de dos amantes que dejaron libres sus deseos, a esa historia le pondré Clímax por darle un nombre, esa es la historia de Mia y Erick.

Ellos eran dos jóvenes de familias humildes, se casaron a muy temprana edad y no habían experimentado sus cuerpos, Mia una hermosa joven de cabello dorado y un cuerpo hermoso, ella tenía 19 años y Erick tenía el cabello negro como la noche y un buen cuerpo, él tenía 20 años... Recuerde Padre que Hay historias que deben ser contadas de forma diferente y así es como un sueño, pasa de ser parte de un mundo para materializarse en otro.

Eran las 6 de la mañana, cuando suena la alarma de Mia, y lo despierta.

- Amor, vamos a llegar tarde al aeropuerto, por favor despiértate...

Él se despierta aturdido por el ruido, y entra corriendo al baño, en tiempo récord, termina de organizarse en 10 minutos, cuando sale de la habitación ve desayunando a Mia. Tenían un vuelo a Cartagena y debían salir de una vez.

Después de desayunar cogieron sus maletas, salieron de su casa y no pasaban taxis, ellos empiezan a desesperarse no encontraban quien los llevará (...)

Pasó tiempo mientras ella, le terminaba de contar la historia... Él quedó sin voz, confundido, sin saber que pensar o hacer, él al escuchar la historia sólo siente el aura de liberación que trae consigo el relato de esos dos jóvenes, en donde cada palabra pone en duda al ser que dice ser el más puro; se sentía una presión en el ambiente; ella lo miraba mientras él se desmorona lentamente, dejándose caer ante los pecados más banales.

- Bueno hija, déjame te cuento la historia de mi humanidad, más allá de la falsa pureza que muestran mis palabras. Accederé a tu caprichosa pretensión:

22 de mayo 2015, es una fecha conmovedora, me encontraba terminando mis memorias, cuando una de mis acólitas se me acercó y me pidió que la confesara, que no podía más con la carga que afligía su corazón, le dije que me esperara en el confesionario que en unos minutos la alcanzaba.

Narraciones Profanas: Lilith, la caminante nocturna.Where stories live. Discover now