El mensaje que nos unió

1.2 - Un maravilloso error de dos dígitos

Hace dos años...

Noche buena, una noche para celebrar, divertirse y compartir con la familia y amigos... Esa era la clave, compartir y "divertirse", pero eso era lo que menos que estaba haciendo. Debí ser tajante cuando mi familia se apareció en mi casa diciendo "Si Xiao Lang no va a la fiesta, la fiesta viene a Xiao Lang" mujeres...

Anualmente, la familia Li organizaba una fiesta de navidad en Hong Kong, pero al haber faltado a la última por mudarme a Japón, mi madre decidió trasladar la fiesta para acá y así... obligarme a asistir.

—Eres el heredero de nuestro imperio, Xiao Lang —me dijo cuándo me dio la noticia—. Debes hacer amistades y buenas conexiones. —Pura basura...

Mi madre necesitaba entender que yo deseaba escalar por méritos propios, ganarme mi puesto y disfrutar de atender a mis pacientes porque para eso me había jodido tanto estudiando... Solté un suspiro, incluso estando lejos me era difícil escapar de la influencia de mi apellido.

Me ubiqué en una esquina alejada, observando a las personas bailar... Mierda, esta no era mi idea de diversión. Nunca creí que iba a decir esto, pero extrañaba al maldito de Eriol. Ese idiota ya hubiera ideado una excusa para fugarnos de aquí sin quedar mal.

El ligero movimiento de mi celular despertó de nuevo mis sentidos y aburrido, lo revisé...

Aikawa_19:30

¡Hola Li!

Quería preguntarte si sabías algo de mi novio.

No contesta mis mensajes y ni llamadas.

Ya estoy preocupada...

—Pero que mierda...

Detrás de esos mensajes llegaron cuatros más que decidí ignorar. Tenía que corregir lo antes dicho... No extrañaba ni un poco al maldito de Eriol y su problema de faldas... Era un imbécil y punto.

Al ver que no estaba dispuesto a contestar, en vez de quedarse tranquila, la chica decidió enviar más mensajes. La curiosidad pudo conmigo y al revisar, noté que la intensidad de las palabras iba en aumento ¡Rayos! ¡Y ahora estaba llamando!

—Por cosas como esta es que te odio, imbécil —dije, mirando mi celular con aborrecimiento.

El idiota cambió su número de teléfono para poder "descansar" de sus novias por un par de semanas, pero me prometió que iba a aclarar la situación con ellas antes de irse para Inglaterra... Pero, por lo visto, el maldito cobarde se fue sin decirles nada.

—Ahora te las veras conmigo... —dije, furioso.

Busqué el mensaje que me envío cuando cambió de número y lo registré, dígito por dígito. Descargaría toda mi ira contra ese imbécil.

No bastaba con encontrarme en una condenada fiesta a la cual no quería asistir, sino que ahora estaba siendo acosado telefónicamente por una de las locas y todo era culpa del imbécil de mi mejor amigo.

—Y enviado.

Ese mensaje era bastante claro y hasta un tarado como él iba a entender que estaba molesto. La vibración del celular me indicó que ya me había enviado la respuesta... por lo menos esperaba un "Disculpa Bro... las llamaré para que te dejen en paz". Negando con mi cabeza, abrí el mensaje y enseguida sentí mis mejillas arder... No era Eriol.