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Capítulo 5. "¿Perfecto o imperfecto?”

Dylan Montgomery.

Por fin pude descansar de una manera apropiada, dado que ya pasó toda una semana después de todo lo ocurrido, mi supuesto padre no volvió a la mansión, mi madre sigue arrestada y puede que me haya involucrado en un homicidio.

Ya era Domingo, estaba dispuesto a ir a la delegación con mi madre y hablar sobre lo ocurrido con muchos límites debido a las cámaras.

Me levanté de la cama, escuchaba como mi hermana y su prometido peleaban desde la habitación de a lado, eran las cinco de la mañana, ahg, ¿qué hago despierto a esta hora?

Me aliste y salí de la mansión, pero algo no era normal, faltaba algo en la entrada, ¿dónde están las limusinas?

—Disculpe joven Montgomery, la compañía sobre ruedas le manda esto —dijo el jardinero acercándose a mi y dándome una nota.

—Gracias —abría la dichosa carta la cual creo que no tenía un lado positivo.

Buenos días, joven Montgomery, el motivo por el cual usted lee esto es porque muy pronto le llegarán a su correo las cartas de renuncia de todos los empleados de la empresa.

El motivo de esto es que como usted pudo presenciar, ocurrió un choque el día lunes en el cuál usted y el chofer Rambo se dirigían a el Instituto, usted por venir en la parte trasera del auto no sufrió daño algo afortunadamente, pero Rambo si sufrió daños muy serios y la señora Montgomery se niega a hacerse responsable de los gastos médicos ignorando el seguro que le ofrecieron a Rambo cuando lo contrataron, es por eso que no solo encontrará en su buzón la renuncia de cada uno de nuestros empleados, también encontrará una denuncia de parte de nuestra empresa de chóferes y guardaespaldas, agregando que queremos una indemnización por lo ocurrido, gracias por su atención.

¿Qué se supone que haré ahora? Nos iremos a juicio y lo más probable es que ellos ganarán, no podremos encontrar a otra compañía de chóferes que acepten estar a nuestro servicio debido a que esto nos dejará una malísima reputación, pero de la que ya tenemos, tendré que usar Uber ahora en adelante.

Ya se encontraba el auto en la entrada, subí a él y me dirigí a la delegación, no había visitado a mi madre desde el día que la encerraron, con más claridad, desde el miércoles en la noche, me sentía fatal con respecto a mis sentimientos, no creía lo que estaba pasando, tal vez era hora de volver a Irlanda.

Llegué a la delegación, tuve que firmar un papeleo al entrar, mi madre estaba siendo interrogada y era hora de que me dejaran pasar a mí.

—¿Qué tal la estás pasando? —dije tomando asiento en una silla quedando frente a mi madre.

—¿Cómo es posible que seamos tan parecidos? —decía sarcásticamente mientras me mostraba sus manos encadenadas.

—Lo único que tenemos en común tú y yo, es que ambos sabemos un secreto que los demás no.

—¿De qué hablas? —pregunta desconcertada.

—¿De cuanto es la fianza?

—No lo se y aunque lo supiera y pudiéramos pagarla harán lo posible para que vuelva aquí.

—¿No crees que te lo ganaste? —la miraba mientras sentía como dentro de ella ardía en llamas—. ¿Crees que las celdas sean cómodas o que el piso sea hueco y sucio? —dije con la intención de darle a saber lo que había descubierto en su habitación.

Perfect: Un amor bajo la sombra [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now