Capítulo 4. "El tiempo pasa"

Venus Sallow.

Existe algo de lo que realmente somos enemigos, no hablo de personas y mucho menos de objetos, hablo del tiempo y cuando digo eso no me refiero a el tiempo de el clima, si no a los minutos, horas, días, semanas, incluso años, lo sorprendente es como tu vida puede cambiar en cuestión de segundos.

El día de ayer fue un desastre total, Andrew no dejaba de hablar acerca de dinero, dinero, dinero y una cosa más... Dinero.

Me sentía triste, no comprendía como mis padres podían obligarme a casarme con una persona que solo piensa en dinero, sexo y en si mismo.

Me encontraba en mi santuario, leía bajo la misma estrella, admiraba como una persona que está apunto de morir logra encontrar el amor con una persona que comprende su situación de la misma manera y que a pesar de incidentes o problemas que puede que impidan que uno y el otro logren amarse hacían lo posible por permanecer la unidos, ya no se trataba de la cantidad de el tiempo que vivían juntos, si no de la calidad, me sentía una persona insignificante a comparación de ese amor ya que nunca me he enamorado y nunca he sentido la atracción que sentían ambos mutuamente, deseaba algo apasionante, tal vez algo alocado o más bien deseaba amor, últimamente ya no se lo que quiero.

Me arregle para ir a la escuela, iba a tomar el desayuno cuando nuevamente vi a mi madre en el comedor, estaba a punto de hablar pero preferí cortar la conversación e ir a el grano.

—No hables, sabes que, enseguida dejo mi mochila en mi cuarto de estudio, subo a la limusina y me voy con Andrew, ¿Contenta? —mi madre solamente me veía con los ojos muy abiertos, parece que le sorprendió todo lo que dije y junto cuando iba a hablar nuevamente preferí cortar la conversación—. Por si te lo preguntabas, siii, ya lo invite a la fiesta en el viñedo —dijo saliendo del comedor y dirigiéndome a la limusina, nuevamente me encontré con Andrew y antes de que el hablara hice lo mismo que con mi madre.

—Antes de que empieces hablar de ti mismo, dinero y sexo déjame decirte que esos temas de conversación ya me tiene harta, si te sientes ofendido por eso te sugiero que te calles y si te escucho nuevamente hablar de eso me salgo de el auto y que tu convenio se vaya a la... —callé lo que iba a decir porque como dice mi madre, una señorita no se rebaja a usar groserías.

—Tranquila, me alegra que vayas sido honesta conmigo, en realidad yo no soy así, solo lo hacía para fastidiarte, veo que si lo intento hacer nuevamente habrá malas consecuencias con nuestros padres, así que es mi turno de volver a empezar, por el bien de todos —dijo ofreciendo una sonrisa para ser honesta muy atractiva.

—Gracias —fue lo único que salió de mi mente en aquel momento.

—De nada, ahora dime, ¿qué es lo que te gusta hacer? —dijo acomodando su postura y mirándome fijamente a los ojos, parecía como si fuera una persona totalmente diferente.

Dylan Montgomery.

Por fin desperté, me sentía cansado de dormir tanto, mire el reloj, ya eran las diez de la noche, imposible, cuando me dormí ya eran las cuatro de la mañana... ¿¡dormí dieciocho horas!?

Me levanté inmediatamente, no podía creer lo que estaba pasando, después recordé, ¡la pistola!

—¡Katherine! ¡Katherine! ¿Dónde estás? —gritaba mientras la buscaba por toda su habitación hasta que me encontré con un chico entrando a la alcoba, como de la edad de Katherine.

Perfect: Un amor bajo la sombra [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now