Colours ¦¦ bts;kim taehyung

013. Blue, again

Capítulo Final

"A veces no necesitamos que alguien nos arregle, a veces sólo necesitamos que alguien nos quiera mientras nos arreglamos a nosotros mismos".

-Julio Cortázar

Un año después

Salir adelante no ha sido sencillo.

Las sesiones los primeros 3 meses eran como un infierno, los recuerdos eran abrumadores y en ocasiones, nublaban mi juicio por días, incluso semanas.

Sin embargo, Jimin y Jungkook estuvieron ahí en cada momento, como prometieron.

Durante esos meses los comparaba como un faro para un barco.

Iluminaban mi camino, mi vida.

Tanto significaban para mi que por un momento llegue a depender tanto de ellos que fue como si regresará a aquel ciclo sin fin, por lo que me harté y me fui de la capital de Corea a una de las costas; Busan.

Y no, no huí esta vez, simplemente quería iniciar en otro lugar, Seúl ya no era para mí. O al menos no lo era por el momento.

Jimin y Jeon aceptaron mi decisión, el segundo me acompañó por dos meses, y aunque me negué en un inicio él solo me refutó diciendo que quién era yo para negarle el regreso a su ciudad natal.

Las dos primeras semanas del primer mes en Busan, me permitió quedarme con todo y Salem en su casa en lo que encontraba un lugar.

Conocí a sus padres y hermano mayor, y al fin pude comprender el porqué Jeon era tan bueno.

Sin embargo, en esas semanas también comencé a sentir algo, algo que yo no quería y me negaba a la idea. Y traté de distraerme con todo; iba al trabajo, veía miles de películas y series, asistía a más terapias de las que debería (porque mi tratamiento siguió), tres días a la semana daba paseos por la orilla de la playa e incluso traté de aprender a tejer. Y aunque me fui de la casa de Jungkook pasando las dos semanas, me fue imposible parar.

Porque a cada lugar que fui, cada paso que di, Jeon Jungkook estaba junto a mí.

Y cuando tuvo que irse porque sus clases en la universidad estaban por comenzar, la despedida fue dura, ambos nos habíamos acostumbrado a estar juntos.

Llamadas por voz y vídeo junto a mensajes de texto no faltaban, eran como el pan de de cada día.

Jimin, por su parte, trataba de ser un cupido, uno estúpido por cierto.

Soltó cosas que Jeon le contaba, le soltó a Jeon que yo todavía no aceptaba que él me gustaba.

Que tal vez era miedo.

O tal vez no.

Seis meses después supe que la culpa y toda emoción negativa relacionada a Taehyung, había logrado superarla.

Y regresé a a Seúl.

Pude comprobar que la culpa ya no habitaba en mí cuando Jimin y Jungkook organizaron una salida a el restaurante favorito de aquel trío; Panda Express.

Pero había un invitado sorpresa.

El ver a Taehyung después de 7 meses fue extraño e incómodo para mí. Él, por el contrario, se veía cómodo y feliz de salir con sus mejores amigos e incluso, su ex novia.

Terminando la comida, Jimin y Jungkook se levantaron para dejarnos solos con la excusa de "iremos al baño".

El silencio pareció abrumador, tantas palabras por decir pero ambos decidimos guardarlo y soltar un "¿cómo estás?" lleno de torpeza al mismo tiempo.