Capitulo 34

2.1K 312 153
                                    


CAPITULO 34

Yo era impulsiva y me odiaba por eso.

La rabia estaba consumiendo todo mi cuerpo. Toda mi mente. Lo único que cruzaba por mi mente era venganza. Esos pensamientos no cambiaron cuando miré una vez más hacia el primer nivel y los vi de nuevo.

Decidida comencé a bajar la escaleras de dos en dos, demasiado rápido tomando en cuenta la herida en mi pierna, en aquel momento eso no me importó. Estaba demasiado harta de que ellos se creyeran con algún derecho sobre todo aquello. Sobre mí. Baje completamente las escaleras y me detuve frente a ellos. Sus ojos azules cayeron sobre mí y me miraron con nada más que suficiencia. No había asombroso ni curiosidad. Respiré hondo.

Lo único que quería era dejarles  claro que no les temía. Que el hecho de que estuvieran de nuevo aquí me molestaba y que si tenía que hacer  lo que hice hace años, lo haría. Sin miedo, y sin remordimientos. Todo aquello me había enseñado que por la única persona que debía preocuparme era por mí. La vida que me tocó vivir me había enseñado a ser egoísta.

Puse la peor de todas  las caras de asco cuando tuve toda su atención. Sus expresiones eran ilegibles. Ella sostenía un control remoto de televisión en su mano y él estaba cruzado de brazos. Aunque, estaba más que claro que querían ocultar su preocupación, era muy evidente en su rostro. En aquel momento ni siquiera me pregunté porque.

― ¿Qué demonios hacen aquí? ―la pregunta salió de mis labios sin siquiera pensarla. Traté de mantener la calma. Elisa pareció sorprendida por mi arrebato, era entendible, la primera impresión que se habían llevado había sido realmente estúpida.

Axel rodó los ojos y se sentó en el sofá, cruzó los brazos sobre su pecho.

―Ni siquiera estamos aquí por gusto.

Al igual que él me crucé de brazos, Elisa me dio una mala mirada y encendió el televisor que hasta ahora me percataba que allí había. Fruncí el ceño, confundida. ¿Habían venido hasta aquí solo para ver televisión?

Lo primero que miré fue una mujer rubia. Elisa cambió los canales y se detuvo en el canal oficial de las noticias del pueblo. La mujer de pelo abundante y rubio estaba de pie, con una especie de micrófono entre sus manos delante de una muy amplia grande casa, que reconocía pero no recordaba de dónde. Mi mente era realmente mala recordando lugares y caras. Había que decirlo.

―Créeme Ellie, esto te va a interesar―Elisa dijo, una sonrisa amenazando con formarse en sus labios. Fruncí los labios en confusión. Más que nada porque sentí su voz cargada de veneno y no era para menos, lo que realmente me hizo fruncir el ceño fue que, ella de una u otra manera estaba tratando de que su voz no sonara así.

Escuché unos pasos, giré la cabeza solo para confirmar lo que ya sabía, el hermano de Dante venía bajando y al mismo tiempo preguntando:

―Ellie, ¿Dónde estás?

Una sonrisa se formó en mis labios porque de inmediato y por la cara de susto que Elisa puso, supe que no eran bienvenidos allí. Me giré hacia el chico de nuevo, solo para ver cómo de apoco mientras miraba mis acompañantes, sus cejas se fruncían.

― ¡¿Que hacen aquí?!

Sí, ese grito había venido de su boca. No me pasó desapercibido el tono acusador en su voz, él estaba mirando fijamente la persona que estaba detrás de mí. Elisa.

― No, Dominic, ¿qué hace ella aquí?

Esa había sido la voz de Elisa. Fruncí el ceño. Axel, caminó hasta quedar a mi lado y levantar las dos manos en señal de paz. Luego en un tono soberbio, dijo:

IRRESISTIBLE ©️✔️Where stories live. Discover now