Capitulo 28

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CAPITULO 28

Cada parte de mi cuerpo se estremeció ante su presencia.

Un remolino de recuerdos pasó demasiado rápido por mi cerebro, recuerdos de cómo les había hecho su estadía en el pueblo y en el instituto del mismo desagradables, recuerdos de cómo me burlaba de ellos y le decía cosas ofensivas, recuerdos de como los traté, de cómo fui una perra insensible con ellos, de cómo destruí sus vidas.

No pude evitar sentir arrepentimiento, quería devolver el tiempo y no haberlos dañado, haber al menos pedido una disculpa, pero devolver el tiempo era algo imposible, así que tenía que afrontar las consecuencias de mis actos. Mama siempre decía aquello.

Ellos seguían ahí; quietos, delante de mí, sus rostros inexpresivos, no había nada en ellos, un vacío realmente alarmante los llenaba, pareciese como si estuviesen muertos en vida.

Mi mirada cayó en él, su cabello rubio estaba alborotado y se movía al ritmo de la poca brisa que hacía, sus ojos azules estaba fijos en mí. Por un momento allí me sentí como la chiquilla inmadura que los había hecho sufrir. Por un momento allí, volví al pasado. A un pasado que no me gustaba recordar; más que nada porque no me enorgullecía lo que había hecho.

Después de un rato puse toda mi atención en ella. Cabello rubio al igual que su hermano, lo tenía atado en una perfecta coleta alta, sus ojos azules llenos de astucia. En general, todo de ellos gritaba: elegancia, poder, dinero.

Las palabras parecieron desaparecer, no sabía que decir ni que hacer, estaba quieta, mi mano derecha sosteniendo la manilla de la puerta aún, cada músculo de mi cuerpo estaba tenso, yo no quería ser la primera en hablar, así que, opté por esperar que uno de ellos dos hablase. Me sentía en desventaja y ni siquiera sabía porque.

Trague grueso. La situación se estaba tornando incómoda, en cualquier momento mi control desaparecería, en cualquier momento tendría allí una crisis.

Después de mucho tiempo mirándonos la cara, ella decidió hablar, y no fue precisamente un saludo cordial.

―Yo realmente quería que te murieras en ese accidente. Pero mierda, tienes más vidas que un gato.

Elisa pronunció cada palabra con una lentitud torturadora; su mirada era retadora, furiosa, demoníaca. Me tomó, al menos dos segundos entender lo que ella acababa de decir y lo que eso significaba. Evans tenía razón, mi accidente fue provocado y tenía delante a los autores intelectuales de eso.

Retrocedí dos pasos, la cabeza me empezaba a doler, cada parte de mi cuerpo me gritaba que el peligro estaba en mi puerta. Que estaba en peligro y que debía hacer algo rápido.

Axel se quedó en silencio mirándome. Debía admitir que su mirada me comenzó a molestar, porque de acuerdo, sabía que lo había lastimado, pero no quería su mirada sobre mí todo el tiempo. Quería que ellos se fueran de allí, eran parte de mi pasado. Axel sonrió un poco, permaneció en silencio, solo mirándome, sus manos estaban guardadas dentro de sus bolsillos, su mirada irradiaba tranquilidad, era la de un asesino que sabía que iba a atrapar a su presa. Segundos después se apoyó en el umbral.

― ¿Podemos entrar? ―él preguntó en un tono juguetón, su sonrisa ampliándose. Negué de inmediato con la cabeza.

―Váyanse.

― ¿Qué pasa Ellie? ―Elisa elevó una ceja y me miró curiosa y a la vez divertida― ¿Ya no eres tan valiente como antes?

Apreté los labios. No quería hacer una escena allí. Abrí la boca para mandarlos a la mierda pero Elisa me hizo a un lado y luego entró a mi casa, Axel la siguió en silencio. Me ordené mentalmente tranquilizarme, no podía ni quería darme el lujo de que ellos me vieran nerviosa o asustada, realmente eso era lo último que quería.

IRRESISTIBLE ©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora