Capítulo 19

4.3K 240 15
                                    

Hoy era el juicio con Larry, y realmente no estaba tan nerviosa como pensaba que estaría. Me acompañaban Duncan, Justin, Chloe, Sophia y mi abogado, Donald, uno de los mejores abogados de la ciudad.

—Tranquila, saldrá bien —susurró Duncan besando mis labios cortamente. Todos estábamos esperando a que diese comienzo el juicio.

—Rosie, debes situarte en tu banco ya.

Asentí ante las palabras de mi abogado, Donald, y me puse en el primer banco junto a él. El juez entró haciendo un ruido estruendoso y se sentó en el altar. Otras puertas se abrieron y de ella entraron Larry agarrado por dos oficiales y su abogado.

Temblé al verlo de nuevo y traté de calmarme.

—Buenos días a todos. Procedimiento Abreviado, Juicio Oral número 14, barra 2003. Se declara abierta la sesión. Por el/ la Señor/Señora Secretario/a se va a dar lectura a los escritos de acusación y defensa.

El secretario leyó unas cosas que sinceramente ni yo entendí.

—Señor Larry Field, póngase en pie. Se le informa de su derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable. Si va usted a declarar, responda a las preguntas del Ministerio Fiscal —el juez habló. Larry caminó hasta la estrada y se sentó en una silla al lado del juez. Su mirada estaba agachada y no movía un músculo.

El ministerio fiscal le preguntó un par de cosas que él no dudo en responder. Ahora le tocaba el turno a mi abogado.

—Larry Field, responda a las preguntas del/de la Señor/a Letrado/a de la acusación particular.

—Con la venia, señoría —Donald se levantó y se puso frente a Larry.

—¿Señor Field, que relación tenía usted con la señorita Scott?

—Es mi novia.

—¿Es? ¿Aún usted piensa que lo es?

—A mi no me ha dejado, se fue con otro, ya está —gruñó.

Maldito imbécil.

—Señor Field, se le acusa de malos tratos a la señorita Scott y de amenazas de muerte, narcotrafico, y también de la muerte de su hijo. ¿Se declara culpable o inocente?

—Inocente, yo no hice nada de eso.

—Estas pruebas no dicen lo mismo.

Larry levantó la mirada por primera vez y sonrió.

—Esa zorra es una mentirosa, sabe manipular muy bien a los hombres, por eso me engañó.

—¡Señor Field, controle su vocabulario! —gritó el juez.

—¿Por qué piensa que mi cliente se lo inventó todo?

—Porque sólo quería mi dinero.

—¿Piensa que la señorita Scott quería su dinero, entonces porque huyó de usted y no se quedó?

Larry se quedó en silencio ante la pedazo de pregunta de Donald. Donald miró al juez y sonrió.

—No hay más preguntas, señoría.

—¿Tiene testigos señor Field? —Larry negó y el juez asintió,—Puede sentarse, que pase la parte acusadora.

Me levanté y caminé hasta donde hace unos minutos estaba Larry.

—Rosie Scott, responda a las preguntas del/de la Señor/a Letrado/a de la acusación particular.

Asentí y vi al abogado de Larry venir hacia mi.

—¿Señorita Scott, que relación tenía usted con el señor Field?

—Era mi novio.

—¿Ya no lo es?

—Dejó de serlo en el momento que intentó matarme.

—¿Por qué no denunció a mi cliente desde el primer golpe?

—Me amenazó con matar a mi hermana y a mi sobrina, no podía permitir eso —dije mirándolo.

—¿Tiene pruebas de eso?

—No, pero...

—Lo siento, no es válido. ¿Sabría decirme por qué no le contó a mi cliente que usted estaba embarazada?

—Me golpeaba, Larry me golpeaba hasta dejarme sin respirar. ¿Usted cree que le dejaría vivir con mi bebé? No se lo conté porque sentía que mi bebé no debía vivir con un monstruo como él. Me golpeaba, me violaba y me trataba cómo una muñeca de trapo.

—No hay más preguntas, señoría.

—Bien, ¿tiene testigos?

Donald asintió y vi a Duncan levantarse.

—Nombre y apellidos, por favor.

—Duncan Hamilton —habló mi chico. Larry lo miraba con odio y con profunda furia.

—¿Qué vio usted el día que la señorita Scott llegó al hospital?

—Rosie llegó a trabajar a mi empresa cómo cada día y hablemos en el ascensor. De un momento a otro, Larry la llamó y se puso muy nerviosa. Yo intuía su situación, venía con demasiado maquillaje y con ropa muy tapada, a pesar de que fuese verano. Ella huyó del trabajo sin dar explicaciones y la seguí, sabía que debía hacerlo. Cuando llegué, vi a Larry con sangre en sus manos y a Rosie en el suelo inconsciente.

—Bien, señor Hamilton. Tras escuchar ambas partes, decidiremos la sentencia. Pueden esperar fuera, gracias.

Maltratada (+18)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon