Cafetería

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-          - Ha sido increíble, de verdad, deberías de escuchar las cosas que la gente piensa sobre África, no tienen ni idea de todo lo que sucede allí, una chica dijo “pobreza”, otro dijo “enfermedades” y otro tipo dijo “negros”…¡Negros, Molly! ¿Qué carajos?- llevamos sentadas como quince minutos en la cafetería con un sándwich y un zumo cada una, mientras le cuento todo lo que paso en mi clase de Cultura. Con un toque de profunda indignación por mi parte, por supuesto.

-          - Tienes que comprender que las personas no ven África como tú lo ves, para ti, es tu casa, tu hogar, donde tienes tu vida, pero para los demás solo es aquello que aparece en las noticias. Desde los países árabes a la jungla más salvaje- desde que empezamos  a hablar, o más bien yo empecé a hablar no deja de intentar tranquilizarme.

-          -  Lo sé…pero me molesta que todo aquello que dijeron fueran cosas negativas o totalmente despectivas.

-          - ¡AFRICANA!- en realidad me giro, ya que no creo que haya muchos africanos en esta universidad- ¡AFRICANA!

-         -  Alex, ¿qué haces?- pregunto cuando llega a nuestra mesa.

-          - ¿No puedo comer con una nueva amiga?- responde con una de sus sonrisas deslumbrantes.

-        -   Claro que sí. Alex, te presento a mi amiga y compañera de habitación, Molly, Molly él es…

-          - ¡Alex!- me corta- sí, lo siento ya sé quién eres.

-           -Oh- dice mi amigo- bueno es un placer conocerte Molly- dios mío, la pelirroja lleva a juego sus mejillas con el color de su pelo- Y buenos señoritas, ¿de qué hablaban?

-         -  NyMa estaba despotricando sobre todos aquellos de su clase de cultura- responde mi amiga.

-        -   Sí…eso ha sido un poco impactante, nos dejaste con la boca abierta Africana.

-        -   ¿Me llamarás así a partir de ahora?- le pregunto.

-           -Sip, me cuesta pronunciar tu nombre, así que te quedas con Africana por mi parte, Africana.

Y no puedo hacer otra cosa más que reírme. Seguimos hablando durante todo el tiempo que tenemos libre en la cafetería antes de nuestra siguiente clase.

Las mejillas de Molly no descienden la temperatura en toda la conversación, y puedo ver que cada vez que Alex se dirige directamente a ella se ruboriza aún más. Nota mental para preguntarle más tarde por este fenómeno que estoy viendo.

Me encuentro distraída hasta que una mano se acerca a mi cuello y toca uno de mis collares. A lo que inmediatamente respondo con un manotazo.

-        -   ¡Eh!- gime Alex.

-      -     ¡No puedes tocarlo!- veo su cara interrogante y respondo- Es mi “roca madre” no puede ser tocada por una persona que no sea mi familia- observo las expresiones de Alex y Molly, ambos totalmente desconcertados- La llevo desde que nací, solo puedo quitármelo cada vez que cumpla años para añadirle un nudo más- siguen desconcertados- Es una tradición de mi pueblo, como una ofrenda, un recordatorio de quienes somos y que siempre estaremos protegidos por nuestros Orishas.

-        -   ¿Orishas?- pregunta Alex.

-        -   Para nosotras las mujeres sería Oshum, diosa de la fertilidad, el erotismo, la sexualidad, la alegría… es la vida dentro del pueblo o aldea, por eso el collar de la “roca madre”. Junto con Shango, que representa la justicia, el honor, la fuerza y la rectitud, es el collar con el nudo de la melena del león.

-        -   Es increíble- dice Molly en un susurro.

-          - Vosotros creeis en un dios, yo tengo diferentes Orishas que provienen del dios único. Se parece un poco a la mitología griega y romana.

-      -     ¿Entonces tú crees en ellos?- me pregunta Alex con cuidado.

-        -   No es la creencia…es más…como la esperanza o la necesidad de ayuda extra. No se cómo explicarlo bien en realidad.  

-        -   ¿Y hacéis sacrificios y esas cosas?- Nuevo apunte sobre Alex, curioso sin límites.

-        -   Más o menos. Sin embargo mi madre supo criarme a través de las dos culturas, escogiendo lo mejor de cada una. Si, se hacen sacrificios, no humanos, por supuesto, mi madre no me habría criado en ello. En mi pueblo la vida, por pequeña que sea es muy valiosa, no se permite asesinar a sangre fría para sobrevivir, y sus cultos pertenecen a su cultura, pero también a su supervivencia. ^Nosotras no participamos en ellos, solo en las fiestas después de las ofrendas.

-         -  Es genial- Mi compañera suele utilizar mucho este tipo de adjetivos casi siempre cuando no sabe que decir. Nos conoceremos desde hace poco tiempo, pero nos ha dado para mucho.

-        -   Muy bien, después de esta lección de cultura totalmente excitante- dice Alex de manera seria-Debemos ir a nuestra siguiente clase o llegaremos tarde. ¿Qué tienen señoritas?

-         -  Informática- dice Molly.

-        -   Yo también- exclama Alex- ¿vamos?

Y con esto me dejan totalmente sola, sentada y sin decir palabra en mi silla.

Estos dos me van a dar bastante de que hablar. Me dirijo hacia mi clase de Comunicación y dirección. No, no de arte. De empresas. La tenía obligatoria, y no me gusta nada.

AFRICANAWhere stories live. Discover now