Rojos

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La burla nace sola, sin embargo

nace tomada de la mano

específicamente, de la mía o la tuya.

Te persigue en los momentos

menos esperados por ti o los que te ven,

y no comprendes aún el dolor.


El rostro de una niña que no comprende nada,

evoluciona constantemente hasta ver

los alrededores que la hicieron entender

y crecer antes de tiempo.

Las horas son de sueños y cero actuar,

¿no se da ella cuenta?

El camino no le depara nada, no me depara nada.


Entre gritos y la misma soledad, ¿qué hay en tu cabeza?

Dime, ¿qué hay, qué ves, en mi cabeza?

Entre los escombros de quien tenía qué ser,

por qué las personas continúan derrumbando

lo que me ha tardado construir en una hora

tan solo un bloque de tierra.

Lo que para mi son años enteros

de recuperación y confianza antes interna que externa,

¿qué necesidad de remover ese granito de arena?


¿Quién te ha obligado a pasar hambre?

El hambre de cariño, de bienestar, de salud mental

de noches de descanso, de sonrisas y abrazos,

fue algún maldito o maldita.

Por qué dejar que las personas controlen tu vida,

tus relaciones,

tus pertenencias,

tu vida,

dejarlas actuar hasta verte hecha una mierda,

¿quién te ha traicionado? Haz una llamada a las dos,

que se noten los ronquidos cesar,

que se note cómo la lluvia golpea tu techo,

que has estado llorando en días anteriores,

que vas a llorar.


Mira quién está ahí,

aquél que sin importar cómo te encontrabas,

seguía riendo a tu lado y no de ti,

seguía hablándote en la cara y no a tus espaldas,

aquella persona que no te daría la espalda.


¿Te hirieron? ¿Te heriste? ¡Qué tonta he sido!

Me herí yo sola, me decía,

no camines por el sendero de la mierda misma,

y ahí voy, enredándome en los listones

que me llevan derecho a las lágrimas, golpes,

el abuso tóxico de cada persona,

mi piel no lo entiende, y menos yo,

¿quién te ha hecho pensar tanto?

Nadie, nadie me ha hecho llorar tanto

como yo sóla lo he hecho.


Quiénes son los que me sonríen,

quiénes eran los que me protegían, porque hoy

no hacen nada y los odio tanto.

Los odio por tumbarme cuando apenas iba

de subida a la orilla.

Por qué... por qué, ella se pregunta,

yo me pregunto,

por qué tienen qué ser los que tú quieres

los que más tienden a tener pensamientos oscuros

sobre tu muerte, sobre tu vida,

por qué tenemos, hemos dicho,

qué pasar esto. Sin la ayuda de nadie.

DegradadosWhere stories live. Discover now