Amantes, nada más. | Erick Brian Colón.

Capítulo 24.

- Los declaró marido y mujer, puede besar a la novia.- mencionó el padre, entonces miré como Erick se acercó a Jessica y la besó; ya estaban casados, ahora estában más atados que nunca.

Al ver la escená no pude evitar sentir un gran vació en mi interior. Sentí la mano de alguien tocar mi espalda; Era Joel.

- Ya era hora de que esos dos se casarán.- mencionó con risa, entonces miró que no hice ningun gesto sólo miraba la escená de los novios felices, volvió hablar.- ¿No lo crees?.-

- Por supuesto, después de tanto ya era necesario que unieran sus vidas.- respondí, tratando de sonreír.

- ¿Quieres ser mi acompañante está noche?.- me miró fijamente.

- Encantada.- sonreí.

- Entonces, vamos.- me sonrió y tomé su brazo, para luego salir de la Iglesia.

Llegamos a la gran casa de Erick, dónde sería la cena y el baile.

Erick miró como llegue del brazo de Joel, y su sonrisa se desapareció, luego miré como Jessica lo jaló con unos invitados y el enseguida fue con una sonrisa.

Llegamos a la pista y comenzamos a bailar, después Joel bailo con Jessica y Erick me tomó a mí tomandome por sorpresa.

- Te vez hermosa.- susurró cerca de mi oído.

- No deberíamos de estar bailando.- respondí nerviosa.

- No tiene nada de malo bailar con la mejor amiga de mi esposa ¿o sí?.- con su mano recorrió mi espalda.

No sabía que responder así que me quedé callada y sólo suspire.

- Me harás falta toda esta semana.- susurró y bajé la mirada.- Venecia sería más bonito si fuera contigo.- levanté mi mirada y al escuchar esas palabras hicieron que una sonrisa se me dibujara.

- No digas éso, quiero que la hagas felíz.- me aleje y lo dejé sólo en la pista, entre a la casa y unas lágrimas recorrieron mis mejillas, necesariamente lo que había entre el y yo tenía que terminar, no quiero causarle un daño a Jessica... o más bien a mí, no quería seguir mal.

Mire como Weendy entró y al verme llorar se sorprendió.

- ¿Qué te pasa?.- preguntó de mala gana.

- Nada...- respondí, tratando de contener las lágrimas.

- Deberías estar feliz por Jessica.-

- Lo estoy...- dije y salí regresando al gran jardín.

Busqué a Joel, el ahora estaba con otra mujer.

Se llegó la hora en que la novia tenía que lanzar el ramo de flores; para mi sorpresa cayó sobre mí, ni siquiera lo esperaba.

- Serás la futura novia, Kerene.- mencionó Jessica.

- Jamás me voy a casar.- respondí, y ella río.

Después miré como ambos subieron al micrófono; habló Erick.

- Queremos agradecer a cada uno de ustedes por acompañarnos en nuestra felicidad.- las personas comenzaron aplaudir.- Nosotros tenemos que retirarnos, porqué nuestra luna de miel, nos espera.-