Capítulo 11.

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- Me la pase muy bien contigo hoy... gracias Joel.- dije parada en la puerta de mi casa.

- No tienes que agradecer, al contrario gracias por aceptar salir conmigo.- sonrió asdfghjlññ.

- No hay de que.- sonreí.

Ambos nos quedamos mirando fijamente pero Joel reaccionó, y decidio hablar.

- Bueno tengo que irme... buenas noches descansa.- me abrazo y me dio un pequeño beso en la mejilla.


- Buenas noches cuídate.- y el se fue.

Me metí a mi casa, una sonrisa en mis labios se habia formado. Realmente me la habia pasado bien con el, su compañía era adictiva.
Pero en mi mente apareció Erick, como siempre lo hacia.
Suspire, ¿por que siempre que estoy felíz siempre tengo que recordarlo? Simple y sencillamente es porque lo amó, es el hombre de mi vida, aun que a el le importe un pepino.
Prepare mis cosas y me fui a dormir.

~

Al día siguiente desperte gracias a mi estúpida alarma. Me levanté, me di un baño rapido y me fui al trabajo.
Al llegar mire que el auto de Erick estaba en el estacionamiento, ahora llego una hora antes al parecer.


Llegué, puse mis cosas en el escritorio, y entré a su oficina para dejar unos papeles.

- Si, mi amor, te amo más cuidate.- decía al teléfono.

Puse los documentos en el escritorio y apenas me di la media vuelta cuando el me tomo de la mano, inpidiendo que me fuera.

- Necesitó hablar muy seriamente contigo.- dijo con voz amenazante.

- ¿Sobre qué?.- dije firme.

- ¿Dime porqué saliste ayer con ese wey?.-

- Perdón ¿te refieres a Joel?.- dije irónica.

- Contesta!

- De cuando acá, los empleados tenemos que hablar de nuestra vida personal con los jefes.-

- Deja de jugar.- apretó mi brazo.

- No estoy jugando, y sueltame.- me zafe.

- Más te vale que no lo vuelvas a ver.-

- Eso no lo decides tú.-

- Claro que sí, tú eres mía.-

- A quien debes de cuidar es a tú prometida no a mí.- recordé cuando mire a Jessica besarse con un tipo en la fiesta.

- Jessica no es una zorra como tú.-

- Cuida tus palabras Erick, no voy a permitir que me faltes al respeto.-

- ¿Respetó? Éso tu ya lo perdiste.-

- Eres un idiota, no entiendo en que estaba pensando al meterme contigo!.-

- ¡Cállate!.- me empujó, que hizo que chocara con la pared.

- Ya me cansé que siempre me trates como un objetó que puedes manejar a tu antojó, pero ¿sabes qué? Ya no más.- dicho esto quite mi gafet y lo tire a su escritorio.- RENUNCIÓ.

Salí golpeando la puerta, y con lagrimas en los ojos, nunca pense que me atrevería hacer eso. Lo peor es que a el no le importó, no hizo absolutamente nada para detenerme.

Y eso duele.












Recuerden que habia dicho que algunos capítulos estarán cortos.

Sus votos me ayudan a continuar asi que haganlo;)

Amantes, nada más. | Erick Brian Colón.Where stories live. Discover now