CLAN ALDER: "Capítulo VII"

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—No es algo que se informa en el cortejo, Milord—Michelle suspiró—. Los dos sabemos lo que la sociedad piensa ante el amor que Camila y yo compartimos. No es algo que se hable en un paseo. La sorpresa ha sido grande de saber que tú pareces no criticarlo.

—No soy nadie para juzgar su elección de pareja, milady—Nicholas le sonrió un poco—. Admito que la Señorita Strafford sin duda es mucho más bella ante los ojos del mundo que un simple Lord como yo—Michelle lo observó—. Yo lo comprendo, Michelle. Pero tu padre no lo hace aunque desconozca la naturaleza de tus sentimientos por ella. Es tu deber pensar en las consecuencias que tus acciones pueden traer. No solo para tu familia, sino también para la especie que ahora diriges.

—Pienso es eso constantemente—afirmó—. Quiero que todo esté bien. La diosa no se ha pronunciado así que estoy segura que mi selección ha sido aprobada. Siento que tu nombre y tu reputación se vean arrastrados a esto.

—Eso no tiene importancia—le sonrió—. Mi vida ha cambiado completamente al igual que la tuya. En nosotros recae algo mucho más poderoso que nos obliga a vivir de otra manera, a pensar de otra manera. Lo que para otros es imposible, nosotros lo vemos materializarse frente a nosotros. Lo posible en lo imposible, lo real en un mundo imaginario.

—Puedes informarle eso a mi padre, no encontraría palabras en mí para agradecer tal favor de hacerlo entender que todo es diferente.

—No creo que el Conde sea una de las personas que tenga una mente tan abierta para entender lo que sucede. No entiende lo que estás pasando. Lo ha visto, eso es todo.

—Fue un accidente—Michelle desvió la mirada—. Jamás pasó por mi mente que él viera mi primera conversión. Pero estaba triste, dolida y desmotivada porque el libro blanco me impedía estar cerca de la mujer que amo. No pensé que leer ese libro iba a causar tal cambio en mi vida.

—Recuerdo que me hablaste de cómo lo encontraste—ambos se sentaron en la sala de estar—. ¿Quieres que te prepare un té? —ella negó y Nicholas asintió arreglando su traje a la medida de levita color verde musgo, como sus ojos.

—Los días se hacen eternos para mí al saber que mi loba sufre el dolor de la conversión que yo provoqué en ella—Michelle vio sus manos enguantadas y suspiró. Se había cambiado a uno de sus vestidos de paseos que dejaba junto a varias cosas de aseo personal cerca de los establos.

Ahora, con tan poco personal a su disposición, la casa estaba prácticamente vacía. Ya que la mayoría de las personas de servicio habían partido con su madre días atrás.

—El dolor pasará pronto—Michelle lo vio fijamente—. Eso he escuchado—dio un sorbo a su té—. Amelia me informó que su transformación fue rápida y casi sin dolor. No como la tuya, y sin duda no como la de Lord Alder y la señorita Strafford.

—Amelia al igual que tú son elegidos por la diosa luna—suspiró—. La transformación será casi inmediata. Yo ya sufrí la conversión por todos ustedes—sonrió con cierta ironía brillando en sus ojos lo cual hizo reír a Nicholas.

Michelle Dawson era una brisa de aire fresco comparada las mujeres que tenían tanto dinero y un título como ella. Era sofisticada, pero al mismo tiempo abierta de mente e inteligente. Dos rasgos que muchas mujeres ignoraban o no compartían por miedo al rechazo en una época tan dura.

—Supongo que eso es algo que el libro dice—Michelle asintió tomando una galleta de mantequilla que estaba en una charola de plata en la mesa de centro de su extravagante casa de campo.

—El libro dice muchas cosas que sigo descubriendo—murmuró—. Jamás pensé que tomar en mis manos un libro que apareció mientras hacia mi caminata diaria cambiara mi vida así. Aun lo recuerdo aparecer frente a mí como un espejismo. Algo tan brillante y único se abría paso entre mis lágrimas de dolor y profunda tristeza. Estaba tan triste esa mañana. Mi corazón dolía ante la amarga verdad de saberme atada a un matrimonio sin amor—ambos se vieron a los ojos—. Fue la mañana después de que te conocí por primera vez en mi baile de presentación, y mi padre pronto a ignorar mis deseos te concedió permiso para cortejarme.

The Midnight Chronicles TrilogyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora