The Midnight Chronicles Trilogy

CLAN ALDER: Capítulo V

**CANCIÓN SUGERIDA: "Hold On- Chord Overstreet"

LA MALDICIÓN DEL DEMONIO:

Existen en el mundo almas en pena que vagan entre los humanos y seres místicos en busca de otras almas oscuras que reclamar. Los demonios, son considerados seres oscuros que traen con ellos desolación y dolor.

Solo podrán ser muertos con espada de plata al encontrarse dentro de un alma humana o sobrenatural. Quién lo mate deberá ser valiente porque sobre él o ella caerá la "Maldición del Demonio".

"Aquel que un demonio mataré perecerá a los siete días y su alma será reclamada por las estrellas, porque de su mano un alma oscura ha dejado la tierra".

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LONDRES, INGLATERRA

PRINCIPIOS DE JULIO 1714

Michelle cerró sus ojos abrazando a Camila más fuerte contra su cuerpo desnudo. Había tanto amor, tanto sentimiento. Oh, el mundo se había apiadado de su corazón necesitado de amor y finalmente estaba dejando salir sus sentimientos. Esa mágica noche acababa de entregar por primera vez su amor, a la mujer que amaba y la cual le correspondía.

—¿En qué piensas, mi amor? —le preguntó Camila al oído besando su mejilla húmeda debido a la capa de sudor que poco a poco se iba secando en su cuerpo.

—En lo afortunada que soy de habitar esta tierra y ser capaz de encontrar el amor perfecto que tantos buscan—Michelle se giró para ver los ojos marrones que amaba. Unos ojos brillantes de amor, de joven y mágica pasión.

—La afortunada soy yo—Camila se acercó a ella pegando su frente y entrelazando sus piernas desnudas con la mujer que adoraba—. No cualquier mujer es capaz de decir que se siente plena, feliz y enamorada en este tiempo cuando la sociedad exige tanto en cuanto a parejas, pero nada en cuanto al amor. Me siento tan profundamente enamorada que no sé cómo fui capaz de vivir tantos años sin sentirte cerca. Las estrellas brillan esta noche siendo los testigos fieles de mi entrega de amor. Porque esta noche te juro con toda mi alma que te amaré todos y cada uno de los días que se me permitan en esta tierra.

La mano de Michelle acarició el pecho de Camila provocando que el collar que antes parecía una carga, brillara.

—La eternidad nos ha sido regalada, amor mío—Michelle suspiró—. Quiero que estés conmigo para siempre. Tu sabor está en mis labios—se acercó a ella—. Tu olor está en mi cuerpo, en mis dedos, en mi alma. Si la diosa me ha concedido un regalo, quiero que sea para ti.

—Haré lo que sea—Camila se puso sobre ella haciendo que su cabello cayera como cascada mientras las manos de Michelle acariciaban su cintura, y sus ojos dorados cual rayos de sol la miraban con toda la adoración del mundo reflejada en ellos—. Seré lo que quieras que sea—dijo con emoción causando con Michelle observara el collar brillar y con sus destellos los ojos de Camila cambiaron. Su tono marrón se volvió claro como oro—, iré dónde tu vayas. Yo también te tengo en mi piel—le dijo al oído—. Quiero esto todas las noches de mi vida. No creo que exista en mi vida otro propósito que no sea quererte como lo hago—los ojos de Camila brillaron por las lágrimas de emoción—. Con un eterno te amo te entrego mi vida. Te entrego mi alma y mi corazón.

—A la luna pedí el regalo de estar contigo—Michelle se incorporó sentándose en la cama que había sido testigo de su entrega de amor, de su descubrimiento de placer.

El descubrimiento de dos almas jóvenes que se habían amado físicamente con una entrega angelical llenando de luz toda la tierra, tanto que la habitación se había llenado de luz en el momento en que ambas lograron con su unión tocar las estrellas.