Sé arrodilló. Se  arrastró hasta quedar a centímetros de mi cintura, y entonces,enroscó sus largos brazos alrededor de la misma, apoyó su cabeza sobre mi estómago y me apretó contra él. Miré hacia abajo confundida, un rio de emociones llenando todo mi cuerpo.

Mi corazón se aceleró, él se estaba mostrando vulnerable. No sabía describir cómo me sentía, mi corazón estaba corriendo demasiado rápido, me quedé quieta con mis brazos cayendo sobre mi costado. Parecía una muñequita allí, en algún momento después de aquello abrí la boca para hablar pero él lo hizo primero:

―Te necesito.

Su voz sonaba débil, cansada. Él estaba tan vulnerable que me daban ganas de echarme a llorar, yo nunca había sido buena manejando estas situaciones, esta no era la excepción, yo no sabía ni que decir, ni que hacer, yo solo estaba allí, dejando que él a cada segundo me apretara mucho más a él. Sus cambios de humor eran  algo que me molestaba y desconcertada al mismo tiempo, ¿cómo demonios una persona podía ser tan bipolar? no lo sabía. Lo único que sabía era que cada persona que me rodeaba tenía alguna clase de problema.

Segundos después él se levantó. Lo miré  con cautela. Esperando alguna reacción diferente aquella. Esperé pacientemente a que él me dijera que hacia allí.

Estaba mirando fijamente sus ojos, estaba en una clase de hechizo, miré sus labios húmedos y mojados y me dieron ganas de besarlo, olvidé lo que había pasado la última vez, olvidé que me prometí no volver a caer, olvidé que él había desaparecido por una semana, yo solo estaba mirando sus labios, yo en aquel momento solo quería besarlo.

Me aclaré la garganta y di un paso hacia adelante para estar más cerca de él.

― ¿Carter?

Sus ojos brillaron. Algo que no logre descifrar llenándolos. Trague fuerte otra vez. Pase una de mis manos por mi frente. Sabía que me arrepentiría luego de lo que diría, pero en aquel momento no estaba pensando con claridad, no cuando lo tenía allí delante de él, mirándome de esa forma. De esa forma que me desarmaba a cada segundo.

―Bésame.

Él no se negó, simplemente acortó la distancia que nos separaba y estampó sus labios contra los míos. Sabía que él había estado esperando mi petición. Suspiré toda soñadora cuando saboreé sus labios dulces y llenos. El beso no era para nada tierno, tampoco lento; era apasionado, deseoso. Sin darnos cuenta o quizá sí ―no estaba razonado― comenzamos a caminar hacia atrás, mi espalda chocó contra la pared. Carter me pego allí haciéndome soltar un gemido de dolor. Enredé mis manos alrededor de su cuello atrayéndolo mucho más a mí, su olor a colonia inundó mis fosas nasales.

Sé alejó un poco, sentí su respiración sobre mis labios, él sabía a vodka y a menta. Me derretí porque amaba aquella combinación, muchísimo más si él era quien la llevaba.

―Te necesito tanto.

Ni siquiera supe cómo, le quité el suéter y besé su cuello. Carter soltó un gruñido y luego alejó mis manos de él. Tomó el control de la situación, quitó mi suéter y con una urgencia increíble comenzó a desabotonar mi pantalón. Sus manos se movían a una velocidad impresionante. Dejó mi pantalón para tirar mi suéter al suelo. Sus ojos me miraron deseosos, brillantes. No sabía  cómo demonios pero él se las ingenió para enredar mis piernas alrededor de su cintura. De una forma rápida y extraña Carter utilizó sus manos para sacar mi pantalón, me alcé un poco aun pegada a la pared y saque por completo la pieza. Listo, estaba en ropa interior. Un tiempo después de besarnos como si no hubiese un mañana, apreté mis piernas alrededor su cintura solo para impulsarnos a ambos a retroceder en dirección a mi cama. No dejamos de besarnos en ningún momento, lo sentía completamente duro contra mi entrepierna. Mi cuerpo completo estaba ardiendo.

IRRESISTIBLE ©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora