Eun Yeong, decide dejar la casa de sus padres y empezar su vida independiente, para poder buscar a su hermano. Sólo que al llegar a su nueva casa se da cuenta de que su compañero de piso es totalmente diferente a lo que esperaba.
—Mi pulsera...— dije llamando la atención de Baek.
—¿Qué?
Mi pulsera...
Corrí de regreso al departamento y mientras debatía si entrar o no me maldije por haber azotado la puerta.
Entré lo más silenciosa posible, me baje la capucha para poder ver bien y ví su encendedor en la mesa, lo agarré como venganza por haberlo comprado enfrente de mi cara, sabía que odiaba que fumara y aún así lo hizo, lo guardé en mi sudadera y entré a mi cuarto. Vi a Yoon Gi dormido en mi cama, busqué con la mirada mi pulsera, y la encontré en la mano que colgaba de la cama, Yoon Gi la tenía.
Hasta dormido me complicas la vida... ¡Agsh!
Me acerqué lentamente hacía él y me coloqué en el suelo, intenté quitarle la pulsera de la mano pero agarró mi muñeca rápidamente. Volteé a verlo pero seguía con los ojos cerrados, pensé que había sido un reflejo así que dirigí mi mano a la suya nuevamente.
—Sabía que regresarías.— dijo mientras me veía a los ojos. —¿Dónde has estado?— preguntó, observó mi mano y vió el tatuaje que me había hecho en la muñeca. —¿Qué es ésto?— preguntó refiriéndose al tatuaje, me volteó a ver y le quité mi mano.
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—Eres tú.— dije, le quité la pulsera y me fuí.
—No, no lograrás desaparecer otra vez.— dijo jalando la gorra de mi sudadera, haciendo que la sucia gravedad actuara y me regresara al lugar en donde estaba.
Te odio.
—Yoon Gi.— dije y lo agarré de las muñecas. —Aprende a perder cosas.— dije y le solté las muñecas. —Una vez te ame.— dije mientras retrocedía lentamente. —Pero no todo es para siempre. Quién soportaría que la persona a la que ames no te diga nada, te esconda toda su vida y que te trate como quiere cuando quiere... ¿Quién lo haría Yoon Gi?— dije molesta, odiaba su manera de ser.
—Eun Yeong-ah... Yo...— dijo pero sólo lo volteé a ver indiferente.
—Nada Yoon Gi... No otra vez.— dije fría y me fuí, salí del departamento y mis ojos se cristalizaron.
Eres un estúpido... Debiste detenerme...
Salí del edificio y me fui al callejón con escaleras.
Lloré.
Narra Yoon Gi
Se escabulló en la oscuridad como un fantasma, otra vez... La había perdido otra vez. Se veía diferente, cambiada.
Algo en ella me recordaba a mi yo de antes, se veía enojada y actuaba de forma rebelde, no era igual a como la recordaba, su mirada ya no emitía ese brillo que me hacía seguir escribiendo "I Need U" con ella a pesar de no tener inspiración, al contrario, sus ojos parecían más obscuros de lo que recordaba, su cara se veía tan seria y enojada, esa no era Eun Yeong.
Golpeé el tocador que estaba a lado de su cama y noté que había un papel doblado en éste. Lo abrí.
