First Love | M.Y.G

I

[15/03/16]

Toqué la puerta pero nadie contestaba, revisé nuevamente el número del departamento y volví a hablarle al dueño del éste.

     Un teléfono sonó detrás de mí y cuando volteé un chico demasiado blanco y de cabello café estaba atrás de mi. Abrió la puerta del departamento y entró, me volteó a ver dándome a entender que quería que pasara y así lo hice.

—Hola, mi nombre es...— dije entrando con mi maleta.

—Ya sé, eres la nueva. Sólo no molestes.— dijo y se encerró en su habitación.

Vaya bienvenida... 

     Observé el departamento y no estaba tan mal, era mejor de lo que pensaba, digo... Tenía las paredes pintadas, también tenía muebles así que quedé realmente sorprendida. Seguí explorando la habitación con mis ojos y me topé con un piano marrón en la sala. Me acerqué más para poder observar detalladamente, se veía hermoso. Mis dedos empezaron a recorrer las teclas y recuerdos vinieron a mi mente, logrando que mis ojos se cristalizaran un poco...

—¿Qué haces?— me preguntó el chico.

—Sólo...

—No toques el piano ¿Entendido?— dijo enojado, cerró la tapa y me volteó a ver, o mejor dicho me examinó con la mirada de arriba abajo.

—Lo siento.— dije y agarré mis maletas para después ir a mi habitación.

     Entré y la observé, estaba muy linda, tenía un pequeño tocador, un armario, una cama y una ventana, que a pesar de que la vista no era la mejor, le da vida al pequeño cuarto. Lo necesario para que sea perfecta. Coloqué mis maletas sobre la cama y empecé a desempacar. Colgué mi ropa en el armario blanco que estaba a lado de la puerta y cuando logré terminar, me tiré en mi cama. Momentos después escuché que alguien había salido de casa. Supuse que había sido el chico enojón así que decidí salir a tomar un tour por la casa.

     No tenía pensado volver a acercarme al piano después de ver la reacción del chico ése. Así que decidí ir a la cocina, era pequeña, volteé a ver el refrigerador y vi que tenía una nota pegada.

~•Compra tu comida•~

     La arranqué del refrigerador y la hice bolita, para después tirarla al bote de basura. No podía creer lo nefasto que podría llegar a ser alguien que acabas de conocer. Aunque ni siquiera quiero saber que pensará él de mí.

Debo de estar loca al dejar todo por ésto...

     Decidí hacerle caso a la nota e ir a comprar mi comida, y de paso, cosas como pasta dental, cepillo de dientes, toallas, detergente y suavizante. Ya que me había ido de casa literalmente sólo con mi ropa y zapatos favoritos, también me traje algunas fotografías, cuadernos para estudiar y mi guitarra. Por suerte eran vacaciones, ya después me tendría que inscribir en una escuela pública, lo cual nunca me había pasado,  y también tendría que encontrar mi primer trabajo. Al fin seré independiente.