III

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[21/03/16]

Se me hacía tarde para ir a la capacitación de mi trabajo, me preparé una tostada con mermelada de mango y me la empecé a comer. Le pegué una mordida de "No he comido en 1000 años ALIMENTENME" y entonces mi vista se percató de que la tapa del piano estaba levantada, lo cual era rarísimo, porque el chico siempre la cerraba. Me acerqué al piano y toqué una tecla.
     Recordé una canción que toco con la guitarra y con mis pocos conocimientos de piano empecé a tocarla.

—Aish, te dije que no tocaras el piano.— escuché detrás de mí. Volteé y vi al chico, bastante enojado para ser sincera.

     Me asusté por su cercanía y retrocedí un poco... me caí del banco. Me levanté rápidamente y me disculpé con varias reverencias.

—No vuelvas a tocarlo.— advirtió con voz fuerte y sería.

—Lo siento.— repetí.

—¡Agsh! Deja de disculparte, eso no arregla nada.— dijo con un tono de voz elevado mientras tiraba el cuaderno de partituras que estaba encima del piano, logrando sobresaltarme.

—Lo siento.— dije y en ese momento supe que lo había arruinado.

     No dijo nada, sólo se limitó a mirarme con una cara fría y despectiva. Estaba más que enojado.

     Salí lo más rápido posible del departamento y me dirigí a la tienda que a partir de ahora sería mi segunda casa.

[•••]

     Llegué y una chica me empezó a enseñar como dar cambio, cómo cobrar, como organizar la tienda por secciones y cosas por el estilo.

—Para ser nueva y nunca haber trabajado, lo haces bastante bien.— mencionó y yo sonreí.

—Gracias.

—Bien, aprovechemos los minutos que nos quedan. Te platicare de los clientes.— dijo. —Hay muchos clientes que intentarán ponerte nerviosa, para que después les regales la comida; con ésto me refiero a que te dirán cualquier cosa de la mercancía que compraron, ya sea que está mala, pasada o lo que sea. También te reclamarán de los precios. En estas situaciones lo que debes hacer es checar la fecha de caducidad o simplemente decir que no puedes hacer nada respecto al precio.— explicó y yo asentí. —Y evita contestarles, se ponen roñosos y llaman al gerente, el cual no es tan bueno, así que procura actuar con inteligencia y precaución. De todas formas, tenemos un botón de emergencia en caso de que algún cliente se quiera propasar contigo.— mencionó. —Ahora me iré, te veo mañana, por cierto, entramos a las seis de la mañana.— dijo y se fue.

     Regresé a casa. Entré haciendo el mayor esfuerzo por no hacer ningún ruido, caminé de puntillas a mi habitación y cerré la puerta de ésta lentamente.

     Cuando estaba a punto de dormirme un olor a cigarrillo inundó mis fosas nasales. Ya lo había sentido antes pero está vez parecía una fábrica de éstos. Abrí la ventana de mi habitación y le puse una toalla a la puerta, para que el humo no entrará por el pequeño espacio que ésta tenía entre el suelo. Heche perfume y me fuí a dormir.

First Love | M.Y.GWhere stories live. Discover now