Segunda parte del libro de reacciones e imaginas porque imaginar sigue siendo gratis y sigue tratándose de Kpop por lo que es aún mejor.
~Pedidos completamente abiertos~
Portada hecha por: @softlyoonie
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Era una mala idea, lo sabía desde el momento en que recibí su mensaje invitándome a salir a festejar junto con los chicos el éxito de su última canción. Y no es que me desagrade salir con ellos, pero cuando leí que el lugar al que iríamos sería un antro todo el ánimo desapareció haciendo que me negara de inmediato, pero Seunghoon no es conocido por ser una persona que se da por vencida con rapidez y sin darme cuenta ya me encontraba sentada en mi estancia metida en un vestido vino mientras revisaba mis redes sociales.
Odiaba ser tan fácil de convencer.
Escuché entonces unos toques en la puerta seguidos de un grito masculino.
— ¡Jagi! ¡Abre, estoy aquí! —me llamó tan escandaloso como siempre. Me puse de pie caminando hasta la entrada para ponerme los tacones ya que hasta el momento estaba en pantuflas—. ¡¡Jagi!!
— ¡Deja de ser tan ruidoso! —lo regañé abriendo con brusquedad la puerta viéndolo reír, cosa que se me contagió.
—Estás preciosa como siempre —dijo tomando mi mano cuando salí sin dejarme darle otro regaño.
Mientras cerraba la puerta dio un pausado beso en mi mejilla y ahí sentí el leve olor amargo del alcohol proveniente de su aliento. Dios sabe cuánto habrán bebido ya.
Giré dándole una significativa mirada y lo ojee de arriba abajo esperando que se diera cuenta en lo que pensaba, cosa que pareció hacer pero también hizo lo que yo esperaba: lo ignoró y comenzó a caminar hacia el ascensor aún sujetando mi mano, diciendo que si tardábamos mucho Jinwoo se cansaría de esperar y acabaría yéndose.
Esto seguía siendo una mala idea y malas combinaciones se iban juntando, de por sí es fastidioso estar con esos cuatro chicos en las discotecas, ahora sería mucho peor sabiendo que ya habían bebido. Pero esto me obligaba a ir con ellos puesto que lo realmente malo sería si los dejara ir solos.
— ¡Pero qué hermosa! —escuché el grito del otro rapero apenas la puerta del lujoso auto fue abierta.
Tan solo rodé los ojos riendo internamente mientras entraba al vehículo suspirando, preparándome para soportar a los cuatro niños durante toda la noche.
[…]
Bebía de la pajilla el líquido levemente agrio, tan solo me había resignado a pedir jugo de naranja con vodka, cosa que no llegaría a embriagarme ni un poco para conducir de regreso a casa, solo que no podía ni quería pasar toda la noche bebiendo simplemente agua o soda.
Sentía que había viajado en el tiempo a la época en que mis amigas me arrastraban a sus fiestas y yo solo me quedaba en un sofá viendo todas las fotos de mi celular esperando a que se cansaran para irnos a casa. Solo que el sótano había sido cambiado por una exclusiva discoteca, ahora no venía por mis amigas, sino por mi novio y sus compañeros, pero seguía entreteniéndome con las fotos y los mismo juegos.
