The Boyfriend

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El día anterior aún en la mañana.

Kyungsoo estaba alterado, confundido, no sabiendo a dónde ir. Atrapado entre querer pensar las cosas, y no querer quedarse solo, llamó a la última persona a la que debería contarle algo como lo que pasó, pero a la vez aquella a la que siente que puede contarle todo.

Su novio, Kim Jongin.

La primera llamada se fue a correo de voz pero cinco minutos mas tarde recibió una llamada de vuelta, preguntando la razón, pues como buen novio que era, le había dejado dicho a su pareja en dónde pensaba pasar todo el día.

ㅡ Ya no, ya no estoy con Chanyeol, ¿puedo ir a tu casa? ㅡ pregunta con timidez. La voz un tanto agitada de su moreno le responde que no está en casa, pero que irá de inmediato para poder recibirlo.

Kyungsoo llega al departamento de su novio escasos cinco minutos antes que el anfitrión, tomando el tiempo que debe esperarlo para pensar con más calma los sucesos de esa mañana.

Su mejor amigo, Chanyeol, gusta de él.

Después de tanto tiempo de quererle en secreto, y ahora que por fin está en una relación que lo hace feliz, su platónico de toda la vida llega diciendo que siente lo mismo por él, y que se ha alejado de su novio para darle a esta locura una oportunidad.

Las cartas están sobre la mesa, un juego de ganar o perder y en su mano hay apenas dos cartas que puede jugar, porque sabe bien que no puede ganar con ambas. Es eso, o perder las dos.

Una de las cartas ha estado en su mazo por años, siempre apoyando y acompañando, brindando risas, consejos y cálidos abrazos. Pero esa carta permanecía en el mazo, lejos de su alcance hasta que fue tomada por otro jugador, solo para lanzarla al centro y ahora Kyungsoo la tiene, por fin la tiene.

Pero sus mano hace casi un año que ya no estaba vacía, en ella permanecía una carta con la sonrisa más bella que jamás ha visto; un minuto tan adorable y al otro tan sensual. Divertida, adorablemente torpe e increíblemente talentosa. 

Aún recuerda las mil cosas que le hizo pasar en la conquista, lo mucho que se tuvo que esforzar ese sensual bailarín aficionado, ese despampanante modelo que a otro tendría con solo pestañear. 

No es que a Kyungsoo no le atrajera, pero sus ojos estaban puestos en otra parte, su corazón estaba ocupado aunque sus manos vacías.

A Jongin le costó demasiado mover esa montaña.

Pero la movió, la movió de seguro. Y Kyungsoo no tendría de que dudar. Su corazón tiene un nuevo dueño ahora, lo ha tenido por largo tiempo.

"Lo siento, tu y yo... no podemos" escribe, pero no envía, porque el saltarín cachorro que es su novio acaba de llegar, con esa sonrisa y esa aura tan inocente - aunque de inocente nada - que siempre carga.

Kyungsoo guarda su móvil, y decide que puede esperar. Y con la consciencia en calma, salta a los brazos de quien sabe lo atrapará sin dudarlo.

Le come la boca sin pena alguna por estar aún justo afuera de la casa, pero su compañero no lo leja y en cambio de las arregla para sacar de su pantalón las llaves y abrir a tientas la puerta.

EL alto quiere preguntar que pasó, pues conoce bien a su pareja y sabe que no lo ha sacado corriendo de donde estaba nada más por calentura. Algo estaba molestándole, se oía en su voz a través del teléfono. Pero puede disfrutar ahora, exigir explicaciones después. No se va a quedar dos veces seguidas con las ganas.

****Aviso de contenido sexual no apto para menores****

El mullido colchón evitó que la cama hiciera mayor ruido a pesar de la fuerza con la cual el moreno dejó caer a su novio en ella, tomándose solo segundos en desnudarse por completo mientras su compañero permanecía vestido, tendido boca arriba en la cama, apoyando su peso en sus codos para estar medio levantado y poder deleitarse con toda la gloria que es el bien esculpido cuerpo de dios griego de Jongin.

_SOOWhere stories live. Discover now