VII. Adiós a Malena

Mulai dari awal
                                    

Yo no desperdicio más el tiempo.  Corro y me escondo detrás del automóvil que él mencionó.  Una vez ahí me tiro al suelo y me cubro la cabeza.

Saco mi teléfono celular y marco el número de Jordan Barr.

"Beta 15", responde. "Buenas noches, señor Martin. ¿En qué lo puedo ayudar?"

"Hay un maldito francotirador disparándome en este momento. Estoy en la fachada de la residencia de William De la Cruz"

"Oh,está bien, está bien", escucho a Jordan ansioso. "Voy a poner en alerta a todos. ¿Sabe de dónde vienen los disparos?"

Me tomo un segundo para observar el cuerpo de Jimmy y la dirección en la cual salieron esparcidos los pedazos de cerebro. Sobre la base de eso me fijo en la dirección contraria para determinar que el francotirador tiene que haber disparado desde una de las ventanas dela clínica, la cual está a dos cuadras de distancia.

"La clínica. Del segundo o tercer piso"

"Manténgase seguro mientras mandamos gente", y habiendo dicho eso, Jordan me cuelga.  Un disparo más pasa demasiado cerca de mí.  Me obliga apresionar me contra el auto detrás del cual me estoy cubriendo.

De pronto, la puerta de la residencia de William explota.  Sale disparada hacia adelante y detrás de ella aparece Malena.

Está sonriendo.  Eso a mí me da miedo.

Me pongo en posición fetal esperando lo peor.  Sin embargo, no es por mí que ha venido este monstruo.  Mira hacia arriba, buscando el origen delos disparos.

No toque identifica algo a la distancia.  Con su vista sobrehumana debe de haber encontrado al autor de los disparos.  Sonríe aun más.

Se dispone a avanzar, pero no da ni un solo paso.

Un disparo le cae en el pecho, tumbándola hacia atrás.  Malena cae sentada en el piso un metro por detrás de donde había estado parada.   La puedo ver claramente desde donde estoy escondido.  Se lleva una mano al lugar en el que la bala hizo el impacto.   No tiene sangre.   No le abrió una herida.

Eso es lo lógico.   Los vampiros tienen piel muy, muy dura.   Hacerles daño es extremadamente difícil, aunque no imposible.   La bala que la impactó debe de haber tenido muchísima potencia, porque la tumbó al piso.

La sonrisa ya no está en la cara de Malena.  Debe de estar muy molesta.

Separa lentamente.  Está perdiendo la compostura.   En su cara puedo ver venas delgadas.   No debería poderlas ver.  Eso sucede cuando pierden el control.  Cualquier cosa podría pasar.

Además del obvio hecho de que la imagen es horrible.  Las venas le dan un aspecto altamente inhumano.  Sus ojos están perdiendo la pupila.   Está casi blanca y tiene un brillo rojizo.

Abre la boca y exhibe sus colmillos.  Colmillos de vampiro.

En ese momento llegan corriendo los agentes de seguridad que ha mandado Murphy.  Ven la escena y no están seguros de cómo proceder.

"¡Al suelo! ¡Cúbranse!", les grito desde mi refugio.

El que dirige a la unidad duda un instante y eso es suficiente.  El francotirador lo alcanza en el cuello.  Éste explota en pedazos, mayormente de color rojo.  Su cabeza es separada del cuerpo por el impacto.  Ambas partes caen al piso haciendo un sonido seco.

Sus cinco acompañantes se arrodillan instintivamente.

"¡La clínica! ¡Segundo o tercer piso!", les grito.

Antes de que puedan reaccionar un segundo disparo alcanza a otro de ellos.  También en el cuello. Estos son tiros muy difíciles.  El francotirador tiene una excelente puntería.  Si es Laura,definitivamente tiene tecnología nueva que la está ayudando.  Aunque dudo que sea ella.

Esta puntería es sobrehumanamente buena.   Lo más probable es que sea un vampiro.

Francisco De la Cruz. ¿Es él el que nos está eliminado a distancia uno por uno?

De pronto otra bala le cae en el pecho a Malena.  La vuelve a tumbar al piso.  Cae sentada.   Otra vez se lleva las manos al lugar del impacto.  Esta vez gruñe.  La vampira capaz de matarme con un movimiento de su garra está perdiendo el control y está a unos pocos metros de mí.  Esto no me gusta para nada.

Los cuatro agentes de seguridad que aun están vivos se mueven con cautela hasta donde me encuentro yo.  Están con cascos, así que no los reconozco de inmediato.  Cascos y chalecos antibalas.

"Señor,¿qué nos puede decir de lo que está pasando?", me pregunta el que ahora está a cargo.

Se levanta el visor de su casco y me deja verle la cara.  No lo reconozco.  No sé quién es.  Un hombre de unos 40 años.  Tiene una expresión dura y barba y bigotes.

"¿Señor?",insiste.

"Sí,sí, claro", le respondo intuitivamente.  Pero no le estoy prestando atención realmente.  Algo extraño está pasando con Malena.

Separa nuevamente.  Está gruñendo.  Tiene las venas delgadas en la cara.  Tiene los colmillos de vampiro. No obstante , no está parada en una posición desafiante o feral.  Pareciera más bien que está en dolor.

Y entonces le cae la tercera bala.  Ésta nuevamente la tumba, sólo que en esta ocasión no cae sentada, sino echada.  Además está el grito.

Las dos veces anteriores Malena no se lamentó. En esta oportunidad sí lo está haciendo. Está gritando de dolor. Es un grito que se refleja en caras de temor de los cuatro humanos que están conmigo. El que los lidera pareciera estar a punto de salir corriendo.

"Tranquilos",les digo. "No se muevan de aquí o se exponen a que les disparen"

"Oh,dios mío", dice él de regreso.   Señala la pierna de Malena.

Hay un pequeño y fino río de sangre emanando de alguna parte de su cuerpo.  El francotirador ha logrado herirla.  Y yo que pensé que las balas no les hacían daño.

"¡Llama a Jordan de inmediato!", le grito al agente de seguridad junto a mí. "¡Urgente!"

Los vampiros de la calle AbastosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang