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En las grandes alturas se encontraba Altihex, específicamente en el Gran Salón de Casino de Altihex, estaba Sentinel Prime; el corrupto que mantenía el sistema de castas. Un lugar exclusivo para aquellos que pudieran volar. Un lugar donde el público de voladores se divertía.

Luego sucedieron un par de cosas.

La primera cosa que sucedió es que Sentinel rió después de una serie de chistes malos.

La segunda cosa que sucedió es que la pared que cubría el edificio voló en una explosión succionando por la presión a gran parte de la audiencia como una enorme avalancha. Por suerte son voladores, ¿no? Starscream asumió su forma alterna -como un reflejo- cuando las explosiones sonaron y por el mismo agujero entraron un grupo de cybertronianos armados.

-Somos Decepticons -resonó una voz desde los altavoces-. Reclamamos Altihex en el nombre de los que no tienen casta y en nombre de las hembras, en el nombre de un Cybertron libre. ¡En el nombre de Megatron y Cleodata!

Entonces esos mismos Decepticons secuestraron a Sentinel Prime como rehén hasta nuevo aviso.

Después del evento en Altihex, en Bandlands se encontraban la pareja líderes de los Decepticons con Starcream conociéndose cara a cara por primera vez.

-La operación en Altihex salió bien -dijo Cleodata bajo el brazo de Megatron.

¿Podría una hembra desperdiciar su vida siendo tratada con inferioridad? No, estaba harta. Harta por todas las cybertronianas calladas. Harta por Solus Prime. Era tiempo de tomar acción y eso ella lo disfrutaba.

-Jugaste tu papel perfectamente -dijo Megatron hacia Starscream.

-Era un papel fácil. He estado cerca de Sentinel Prime como su protector por algún tiempo. -Starscream deseó que ellos pudieran ver Altihex desde Bandlands, pero solo se podía ver los Puentes Espaciales descontinuados. Además de eso, Starscream quería algo más. Él quería llevar a los cybertronianos al universo nuevamente . . . Y tal vez guiar a los Decepticons sería el primer paso para eso.

El primer paso para guiar a los Decepticons, por cierto, incluía el aliarse con Megatron y Cleodata, y asegurarse de que esa alianza se realizara con los mejores términos posibles.

Megatron miró hacia el cielo.

-Altihex es nuestro -dijo Megatron tomando a Cleodata por la cintura, acercándola a su pecho. Ella recostó el rostro y descansó su mano en el centro de su pareja-. Ahora cada cybertroniano sabrá que los Decepticons y las hembras son una fuerza que debe ser reconocida, y que su oposición será débil, desorganizada e incapaz de resistir. -Después de hacer una pausa, añade sujetando a Cleodata del mentón-. Cuando la nueva historia de Cybertron sea escrita, seremos nosotros quien la escriba.

-El poder nunca se da. Debe ser tomado. Y nosotros tomaremos el nuestro -susurró Cleodata admirando a su pareja.

Luego Megatron se dirige a Starscream -¿Y tú qué parte querrás desempeñar, Starscream?

-No puedes amenazarme, Megatron -dijo Starscream-. Si tu quieres una guerra, debes buscarla; pero si quieren ganar una guerra, me necesitarán a mí y a mi fuerza aérea. El Consejo desplegará su fuerza aérea contra ustedes y justo ahora solo tienen un montón de gladiadores y hembras que no saben nada de combate aéreo.

-Estamos empate entonces -dijo Cleodata observando a Megatron.

-Muy bien, puedo retirarme ahora, y tú puedes tomar tus propias decisiones. Pero te advierto, Starscream. La próxima vez que nos veamos la oferta no será la misma.

Gladiador GrisáceoWhere stories live. Discover now