1➤ Issues; Jason Todd

10》Let me down slowly

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Alaska
|Gotham City|

Lentamente abro los ojos. Odio despertar en lugares que no recuerdo. Veo a mi alrededor, estoy en el lugar en el que amaba estar, la batcave.

—¿te encuentras bien?— me pregunta Timothy.

—¿qué paso?—pregunto de inmediato. Sólo estamos Tim y yo.

—Oliver me dijo que te desmayaste luego de soltar ese grito que llegó hasta China.—dice, bromeando un poco.—no sabía que podías hacer eso.

—¿en dónde está Oliver?—pregunto, ignorando sus comentarios graciosos.

—hubo un incendio, en una bodega de polvora, muy mala combinación.—contesta.—fueron a ayudar a sacar a la gente.

—eso no funcionara, ya estan todos muertos.—digo segura. Me siento en la camilla.—¿podemos ver lo que intentan?

—claro, deja buso cámaras de la calle que den a ese punto.—contesta, para luego acercarse a la computadora.

Espero como un minuto y ya está.

—hay muchos bomberos.—digo.
—y ningún Batman.

—debe buscar un modo de entrar o acabar el fuego más rápido.—excusa Tim.

—¿por qué no fuiste con ellos?

—el demonio los acompaño.—responde con algo de desagrado.

—¿demonio?—pregunto más confundida que nada.—¿debo preocuparme por Oliver?

—no, Bruce puede controlarlo.—contesta con simpleza.—mira, ahí están, rescatando a unas personas...

El resto ya murió. Me digo yo misma, bueno mi otra yo. Debo ponerle un nombre. Acepto sugerencias.

—¿cuántas personas había en esa bodega?—pregunto, con miedo al saber la respuesta. Espero que Jason no tenga nada que ver.

—hoy era día de supervisar y añadir, habían veintiocho personas, pero la explosión afecto a cincuenta.

—¿cuántos... hay?

—tres heridos, treinta y tres muertes confirmadas, el resto aún está sin identificar.

Tres personas que seguramente están muy lejos de salvarse. Debo saber si Jason causo esto.

—¿te importa si voy al cementerio?— pregunto a Tim, eso estuvo muy fuera de tema.—acabo de ver a Jason, quería ver a mi mamá y a Woomy antes de irme.

—yo te llevo.—dice a modo de ofrecimiento forzado. Tengo que desaserme de Tim.

—quería estar a solas, es algo muy personal.—contesto.—mira si es porque temes que algo me pase, Ronald no está en la ciudad y puedo gritar si algo me pasa, se que me escucharás, mi héroe.

—bien, pero no te metas en problemas, por favor.—dice Tim, por algún motivo está algo sonrojado.

—te prometo que vuelvo rápido.

Salgo de la gran batcave y camino hasta el cementerio, pero primero tengo que hacer una visita a un vivo.

Entro al departamento, ahí esta Jason, tomando una cerveza en su cómodo sofá. Reprime una sonrisa.

—¿qué haces aquí, rubia?— pregunta en tono neutral.—creí que no querías verme jamas.

—¿por qué hiciste eso?—pregunto. Arquea las cejas confundido.—no te puedes atrever a preguntar qué.

—he hecho mucho en los últimos días, se más específica, niña.

—no me llames niña.—digo molesta.—¿recuerdas haber explotado el edificio Kozlov?—

—un poco.—contesta.—¿eso a ti qué carajo te importa?

—me importas tú, Jason.—respondo—y tengo miedo de que ya te perdí.

—nena, me tienes todo, todo lo mio es tuyo, mi corazón, por ejemplo.—contesta sonriendo.—por eso quiero asesinar a Ronald, por todo lo que te ha hecho...

—no, Jason.—interrumpo.—no fingas que es por mí, cuando realmente estás satisfaciendo una venganza personal.

—tienes razón, eres una fachada.—admite.—pero si tienes mi corazón.

—¿tu corazón? ¿acaso tienes uno? Estás asesinando a todo el que se te atraviesa, ese no eres tú.

—este soy yo, Alaska.—contesta.—ya no soy ese chico del que te enamoraste en el baile de invierno o antes de eso, no soy ese chico. Pero te amo, aún te amo. Después de todo.

—sé que haz cambiado, hemos cambiado.—digo.—ví tu lado oscuro, y tú el mio, y ninguno escapó, Jason. Debería alejarme de ti, eres peligroso, pero cuando estoy contigo me siento más segura que con todo el equipo arrow. Y te amo, por eso no puedo permitir que sigas con esta venganza estúpida.

—me temo que tendré que  decepcionarte lentamente, Alaska.—dice con seriedad.—no pienso abandonar mis objetivos.

—y yo no pienso abandonarte.—contesté.—me estoy aferrando a que puedes cambiar, Jay, puedes ser el hombre con honor y gracia que eras... lo llevas dentro.

—Alaska, yo no quiero cambiar. Seguire con mis planes, así que mejor vete de Gotham.

—Jason, eres un estúpido si crees que me rendiré. Te estoy protegiendo de Bruce, él ya sabe que estás vivo.

—bueno, lo esperaba desde hace unos días.—contesta.—ahora puede tomar mis amenazas en serio.

—¡Jason! ¿te haz escuchado? Este no eres tú.— le grito molesta.—tú no eres un asesino.

—nunca lo pudiste admitir, Alaska—dice como si se rindiera.—siempre supiste que yo era un violento y que algún día cruzaría la línea.

—puedes regresar, Jay.

Esto me está rompiendo lentamente. Es como hablar con una puta pared.

—eso es lo que no entiendes, cariño.—comenta luego de unos segundos en silencio.—yo no puedo volver luego de todo el daño que me han hecho.

Eso me dolió. Me partió en mil pedazos. Jason me está diciendo que no volverá a ser lo que era antes. Y yo simplemente no puedo permitirlo.

—no me hagas hacer algo que no quiero.—digo.—no puedo permitir que pierdas la poca alma que te queda destruyendo a la ciudad...

—¿qué haras?¿me vas a detener tú sola?—pregunta burlón.

—yo no estoy sola, Jay.—contesto con seguridad.—ya no más.