La casa.

36 - ¿Que hace ella aquí?

Estaba muy nerviosa. Harry se había ido por Michael ya hace una media hora y no a regresado ¿Que estaba pasando? Lo único que recuerdo es haber escuchado una personas decir que mi bebé no estaba respirando y con nada más pensar eso   siento que todo dentro de mi se deshace. Michael tiene que estar bien , es mi bebé y debe estar sano y salvo.

Empujo lejos todos mis pensamientos al ver la puerta abrir y ahí pasar a la habitación  Harry junto a el doctor. Ambos me sonríen y yo esfuerzo lo más que puedo para devolverles la sonrisa.

-¿Y bien? ¿Donde esta Michael?- cuestiono nerviosa al ver que sus manos están completamente vacías. -Harry...¿Donde esta mi bebé?- mis ojos se cargan de lágrimas y el rápidamente se me acerca  y me rodea fuerte con sus brazos. Lo necesitaba más que nunca.

-Señorita debe tranquilizarse , todo va a estar muy bien , ya en dos días puede volver a casa ¿Que tal eso? ¿Eh? - habla animado el doctor y yo niego con la cabeza.

¿Acaso nadie me entendía? Nada de eso me importa si no tengo aquí en mis brazos a Michael y agradecería si alguien se pone en mi lugar. ¡Es mi hijo!

-Es que usted no entiende , yo quiero ver a mi hijo ¡Ya! - ordeno y siento quebrarme lentamente. ¿Porque ya no me dejaban verlo?

-Michael esta bajo observación , Ted.- me susurra Harry al oído y en instantes soy un mar de lágrimas. Me aferro a sus fuertes brazos mientras que el me rodea con estos y acaricia mi mentón. -Tu  vas a ir a casa y Michael se queda aquí pero podrás visitarlo todos los días.- explica y yo solo opto por asentir.

Esto era lo peor. ¿Como pudo pasar esto? Todo estaba tan bien y de la nada esto sucede. ¿Porque?

-¿Puedo verlo ahora? Por favor. - suplico y el doctor rápidamente acepta.

Luego de arreglarme un poco , salgo de la habitación acompañada con Harry. El va a mis espaldas sosteniéndome de la cintura y caminando paso a paso conmigo.   Era tan bonito de su parte y es lo que siempre soñé. El día que diera a luz que el hombre de mi vida estuviera para todo a mi lado y ahí está el  tan perfecto como siempre  ayudándome en este momento tan importante para mi y se que para el también.

-Te quiero. - me susurra al oído y sonrío.

Todo va a estar bien. Todo iba a salir perfectamente bien y muy pronto tendré a mi pequeño Michael en brazos.

-Ya lo eh visto. - continúa Harry hablándome mientras caminamos por un largo pasillo con montones de personas caminando de aquí para haya. 

-¿De verdad? ¿Como lo viste?- cuestiono curiosa.

-Cuando iba por el  me encontré con el doctor y el me llevo para verlo. - besa mi mejilla y acaricia mi cintura. -Es perfecto. - deja un suave beso en mi cuello y un escalofrío corre mi espalda.

Lo había visto pero no tan bien.

-Aquí es , mira allí.

Desvío mi mirada hacia donde señala Harry y ahí veo una enorme ventana de cristal. Delante de esta hay una que otra persona. 

Me acerco junto con Harry y ahí veo que por esta se puede ver muchas pequeñas camitas con bebés. Niños y niñas.

-¿Vez aquél justo el primero de la segunda fila?- lo señala y no puedo creerlo. Mi pulso se acelera y mis ojos se cargan de lágrimas. Es hermoso. Trae sus ojitos cerrados y su cabello lo cubre un pequeño sombrero azul. Lágrimas caen sin cesar por mis mejillas al ver que tiene unos cinco parchos pegados en su pequeño torso. Su forma de respirar es distinta y eso me vuelve nerviosa.

-Estoy contigo.- habla Harry a la vez que me envuelve en sus brazos. -Todo va a estar muy bien. Lo prometo. - besa mi frente y yo solo opto por asentir.

-Gracias. - susurro y me aferro a el.

-Lo que sea para ti. ¿Deseas algo?- busca mis labios y los agarra con los suyos..

-No , solo quiero...

-Hola.

Frunso el ceño. Me doy la vuelta aún en los brazos de Harry y ahí quedo perpleja.

-¿Que hace ella aquí?