El Planeta del Tesoro

Epílogo

Antes que nada quería decir que me alegro finalmente haber acabado este fic (cosa que no pensaba que llegaría a hacer, la verdad), y que agradezco mucho que hayais votado y comentado en esta historia.

Si podéis, antes de continuar contestadme a estas preguntas, ya que para futuras historias quiero mejorar en el desarrollo de personajes:

¿Qué personaje os ha gustado más y por qué?

¿Qué capítulo sería vuestro favorito? y ¿sentís si sobraba alguno?

Y esta es la más importante->
¿Qué es lo que menos os ha gustado en general?

Gracias por participar chicos, toda crítica constructiva me ayuda🤗

Y ahora sí, adelante el epílogo...

EPÍLOGO

La puerta de la posada se abrió de golpe, y dos guardias robóticos entraron escoltando a Jim, esta vez como recién graduado capitán.
La posada entera estalló en aplausos. Su madre corrió a abrazarlo, así como Ben y todos sus vecinos, que lo cogieron en volandas y lo pasearon por la habitación.
Cuando lo bajaron, Amelia se acercó hasta él, dándole un saludo oficial, y Jim se lo devolvió, con el pecho henchido de orgullo.

Detrás de ella, Delbert intentaba volver a dormir a los pequeños, que se acababan de despertar con el alboroto. Jim intentó acercarse a él, sonrisa en la cara. Ya no se le hacía tan raro verle como padre.

Sin embargo su madre lo cogió del brazo, arrastrándolo a bailar con ella. Todos bailaron, y celebraron hasta bien entrada la noche, intercambiando parejas y girando por el adornado comedor.
En uno de esos giros, Jim consiguió desasirse de su pareja y huyó cerca de la ventana, donde reinaba un poco más de calma.

Asomándose por ella, y con la música célebre de fondo, dio las gracias mentalmente a su amigo, sonriéndole a las estrellas. Morf, que llevaba todo ese rato jugando con los críos, se unió a la silenciosa despedida.
Aún las estaba mirando cuando la presencia de Delbert lo sobresaltó.

- Lo siento querido. Cada vez que dormía a uno de los cuatrillizos, otro se despertaba y este revolucionaba de nuevo a todos los demás- dijo cansado- las fiestas no son lo suyo.

Jim rió, dándole una palmadas.

- Gracias por venir Doc.

-¿Cómo no iba a venir?- exclamó ofendido- Ni muerto me lo habría perdido. ¡Te has graduado de la Academia!

Jim no pudo evitar sonreír. Mentiría si dijese que no estaba orgulloso. Habían sido un par de años duros ahí dentro, pero había entrado decidido y había sido lo suficientemente cabezota como para acabarlo. Bueno, eso y una pequeña ayudita para estudiar de vez en cuando.

- ¿Ha llegado ya?- su voz debió de sonar más ansiosa de lo que esperaba, ya que Delbert le dirigió una sonrisa cómplice que él decidió ignorar.

- Me dijo que intentaría llegar hoy, pero era bastante probable que se retrasase hasta mañana por las paradas intermedias. La muy testaruda quería volver hace una semana para estar aquí cuando vinieras, ya sabes cómo es- Doc se llevó las manos a la cabeza- si no llega a ser por tu madre, se vuelve de la residencia un mes antes solo para estar aquí a tiempo.

Jim se lo discutió, estaba completamente seguro de que ella habría hecho algo así.
Dio un abrazo a Delbert para que este volviese con su mujer y sus hijos, y él caminó hasta su madre.