una noche muy larga

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*Diana*
Acababa de ducharme, iba por el pasillo, cuando escuché gritar a Aitor, corrí hacia la que sería nuestra habitación, encontrándolo agitado.
Con tanta prisa entré que resbalé callendo en sus brazos.
Me sentía a las mil maravillas hasta que noté que el albornoz no estaba en su sitio...
Mi corazón se aceleró como nunca, sentí como el calor subía por mis mejillas, mientras él me miraba con cara de lobo hambriento.
De un momento a otro se puso serio, y colocandome bien el albornoz me alejó de él.
Ten cuidado... -dijo colocando el albornoz en su sitio.
De pronto estaba tan distante...
Voy a la otra habitación... -dijo agarrando el pomo de la puerta.
¿¡Que!? -exclamé -¿no vas a dormir conmigo? Me miró a los ojos, y por un momento vi lástima en ellos...
Negó con la cabeza.
No-dijo  sin alejarse de la puerta.
¿Por que? -dije acercándome a él.
Por favor no te acerques -dijo poniendo su mano sobre su boca y nariz.
¡Le daba asco! Parecía que fuese a vomitar.
Abrió la puerta y salió corriendo hacia la habitación de al lado.
Diosa... ¿Que acababa de pasar?
¡Me había rechazado!
Me sentía muy mal, todo mi cuerpo temblaba.
Me tumbé en la cama y las lágrimas empezaron a caer sin mi permiso, lloré con la cabeza escondida en la almohada, sintiéndome tonta y como si me hubiese ofrecido a él como una puta... Recordé como se tapaba la boca y la nariz con la mano y me sentí aún peor... Le daba asco, el solo hecho de pensar en marcarme...
Fuí hacia el espejo, y por primera vez en mi vida, me sentí fea.
De pronto mi reflejo me habló.
Alguien tiene que bajarle el ego a ese tio... -me dijo, al principio me sorprendí, pero después de estos meses con Coralia ya nada me asustaba...
¿Que quieres decir? -dije extrañada- y lo más importante¿quién eres?
Y no me digas soy tú que esa ya me la sé...
Mi reflejo rió -soy Lilith... -dijo sonriendo-tengo este poder gracias a la sombra de Coralia, pero yo no voy a estar cantando esa canción escalofriante...
¿Y Dana no tiene ese poder...? -dije mientras me vestía y secaba mis tontas lágrimas que seguían callendo sin control...
No-contestó Dana por el link.-ya me gustaría poder hablar contigo así...
No sé que le ha pasado... -sollocé tapándome la cara -estábamos tan bien... Ni siquiera me ha dado un beso de buenas noches....
Mi voz se rompió en otro sollozo y lloré sin control sobre la cama, hasta quedarme dormida.
*Aitor*
Llegué a la habitación y cerré la puerta con llave.
Me apoyé sobre ella de espaldas, intentando mantener el control.
La tela de mi pantalón era la prueba de como me sentía...
Maldición... -dije desnudandome y metiéndome a la bañera, para darme una ducha fría.
Para cuando salí ya estaba más calmado, pero no del todo, el recuerdo de su cuerpo, me torturaba.
La habitación olía a ella...
Recogí mi camiseta del suelo y la olí, apartandola inmediatamente de mi nariz.
Su olor impregnaba mi ropa.
Entonces a mis oídos llegó algo que me partió el alma.
Diana lloraba en la otra habitación, puse la mano en la pared,con dolor, me partía el alma oírla llorar así...
Salí de la habitación, cuando ya no pude aguantar más.
Escucharla llorar así era mucho más doloroso de lo que me habria imaginado en mis peores pesadillas.
Llegué a la puerta de su habitación, estaba oscuro, pero aún así la ví perfectamente en la cama, dormida,hecha un ovillo y con los ojos inchados por el llanto.
A su alrededor miles de pañuelos, y en su mano su móvil encendido.
Miré la pantalla, viendo que tenía la galería abierta, con una foto mía.
¿Cuando me había hecho esa foto?
Se removió inquieta, dejando caer el aparato.
Lo cogí al vuelo para que no se rompiera o el ruido la despertase.
La curiosidad pudo conmigo y empecé a pasar las fotos.
Solo tenía una mía, pero había varias de ella y sus primas y ella con otro chico al que no reconocí.
Se la veía tan feliz con él...
Entonces amplié la cara del chico.
¡¿Su jefe de guardias!?
Ahora era mucho más grande y musculoso, pero si era él... En las fotos Diana no parecía tener más de 12 años...
Los celos hirvieron dentro de mí.
¿Porque después de tanto tiempo él estaba aquí?
Si ya has terminado de cotillear mi teléfono ¿me lo podrías devolver? -dijo Diana, parada detrás de mí,haciéndome dar un brinco.
¿Como no la había escuchado acercarse?
Di-Diana... yo... -tartamudeé.
Ella levanto la mano pidiéndome el aparato.
Yo no soy Diana-dijo agarrando el aparato-soy Lilith, y créeme que mejor no intentes explicarme nada, el dolor de Diana es el nuestro, y a ella la haría infeliz tu muerte, esa es la única razón por la que no te arranco la cabeza.
No podrías aunque quisieras Banshee-dije enfrentandola-ademas yo no quiero que ella sufra...
Pues lo disimulas muy bien.... -dijo mientras intentaba arreglar el aspecto de la cara de Diana.-ella se merece lo mejor del mundo y yo estoy empezando a dudar que tú seas lo mejor para ella...
Déjame hablar con ella -dijo Angel.
Dejé que él tomase el control de la situación, haber si el sabía tratar mejor con la Banshee.
*Ángel*
Saqué mis alas ante ella, para que notase el cambio.
¿Que quieres Arcángel?-dijo Lilith dejándome ver su verdadera forma, una mujer demasiado bella para ser real...
Estaba a la defensiva,era un ser oscuro, tenía un carácter de mil demonios...pero Diosa, como me gustaba...
A ti Sobra oscura... -dije acercándome a ella sin importarme las chispas que lanzaba para detenerme.
No me llames así... ¡Mi nombre es Lilith! -dijo lanzandome un rayo azul claro que impactó justo en mi brazo.
La agarré por la nuca con ese mismo brazo.
Y yo me llamo Ángel-dije besandola con fuerza y mordiendo su labio inferior-no lo olvides... Así sabrás que nombre gritar cuando te haga el amor...
Ella abrió los ojos como platos, para después, reírse.
¿Tu y yo? -dijo levantando una ceja -si claro... Igual que Aitor con  Diana... ¿Verdad?.
Que él quiera esperar no significa que yo no quiera... -dije rozando su cadera con la mía.
¿Que quieres decir con esperar? -dijo sin apartarse ni un milímetro.
Que la ve como una niña, y quiere esperar para... -empecé, pero ella me interrumpió.
¿¡Después de todo lo que a pasado, la considera una niña!?-gritó
Shh... -dije acariciando su cara -vas a despertar a todos...
De golpe se apartó de mí.
Si esa es la opinión que tiene de ella, no nos queda otra que demostrarle lo equivocado que esta... -dijo tumbandose en la cama -adios... Ángel...
Hasta pronto... Lilith... -dije devolviendo el control a Aitor.
*Diana*
Desperté, de golpe, sintiéndome observada.
Me senté en la cama y ví a alguien con enormes alas sentado en la silla de mi tocador.
Me tensé alerta transformándome, nunca me había transformado en la oscuridad y me sorprendió ver como me envolvían una especie de chorros de oro líquido, impregnando mi pelaje.

Tranquila

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Tranquila... -dijo Aitor -soy yo...
¿Que haces aquí? -dije molesta por su presencia.
Se transformó, se acercó,pegando su hocico al mío.
Perdóname-dijo frotando su cara con la mía.
Me quedé en shock.
Tus cambios de personalidad son como latigazos ¿sabes? -dije apartandome de él.
Diana por favor... -suplicó acercándose a mí de nuevo- puedo explicártelo...
¿¡Que vas a explicarme!? -gritó apretando los dientes -¿que me ves como una mocosa? Gracias pero ya me a quedado bastante claro.
Soy 106 años mayor que tú, creo que tengo razones para considerarte una niña... -dijo mirándome a los ojos.
Muy bien, pues como soy una niña y no estoy preparada para nada de esto-dije señalandonos a ambos -sal de mi habitación y no te preocupes, por que jamás me acostaré contigo Aitor Galván Torres... Vas a rogarme por una caricia o un beso ¡te lo juro!.
El me miró ladeando la cabeza.
Eres una infantil... -dijo dispuesto a enfurecerme, pero ya  estaba preparada para eso.
Si... Yo infantil... Y tu viejo verde, anciano... Ainnsss que pena... Seguro que no me toca por que ya ni se le levanta.... Pobre lobito impotente... -dije dándome la vuelta y subiendo a mi cama.
¿¡Que!? -gritó furioso.
Buenas noches señor Galván - dije dándome la vuelta ignorandolo.
Se fué cerrando de un portazo, le escuché gruñir por el pasillo y cerrar también de un portazo la puerta de la otra habitación.
¡Que se preparase para la nueva "niña"!

Diana la sombra más oscura Where stories live. Discover now