Habían pasado ya varios años desde la boda de Cristal y Diego.
Todo era armonía y felicidad,la pequeña Diana creció rodeada de mimos y lujos ,era una niña buena y dulce,todo su vida era perfecta,pero como todo en la vida,nada es para siempre...
Segu...
*Aitor* Seguí a Alma,sin que se diera cuenta, hasta que la ví entrar en mis tierras. ¿Que hacia aquí? ¿Y todos esos lobos de donde habían salido? Desde lejos la ví parada, mirando hacia el mismo lugar al que miraba el resto de lobos... ¿Un momento ese no era...? ¡Izan! ¿Que hacia en mi territorio?Me dirigí al lateral del bosque, para oir lo que decían, cuando la ví. ¡Era Diana! ¡Estaba a su lado! Bajó de la piedra de un gran salto transformándose en una gigantesca loba negra y dorada de unos cuatro metros de altura. Vuelvo a preguntar ¿quien quiere formar parte de MI MANADA? YO, YO, YO... -fueron diciendo los lobos inclinándose ante ella. ¿Su manada? ¿Izan y ella habían formado una manada? Eso quería decir que... era su Luna... ¡Estaban juntos! Un dolor cruzó mi pecho y la rabia tiñó de rojo mi visión. Diana vió a Alma entre los matorrales y ella hechó a correr. Traedmela-dijo Diana, entrando en mi casa, mientras todos los lobos perseguian a Alma, en menos de un minuto cuatro lobos la trajeron a rastras, entrando con ella por la misma puerta que había entrado Diana. ¿Que haces tú aquí? -dijo alguien a mi espalda. Me giré encontrándome de frente con Izan. Eso mismo podría decir yo, ¡este es mi territorio!-grité encarandole ¡Pues ya no! -gritó -¡ahora estas tierras son de mi manada! ¡Ni estas tierras son tuyas, ni Diana tampoco!-grité fuera de mí, solo pensar en ese tipo poniendo sus manos sobre ella me volvía loco, ¡quería matarlo! Nos lanzamos uno contra el otro en una pelea feroz, era fuerte, pero jamás podría con un Alfa, era el doble de grande que él...
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Apreté mis dientes en su cuello, haciéndole gritar y arañar
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Cuando de pronto las puertas se abrieron y un enorme lobo negro con mechones dorados seguida de otra loba blanca y parda de ojos claros se abalanzaron sobre mí, protegiéndolo.
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