Capítulo 80

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-Hola... - digo ya que no hay respuesta - si esto es una broma, colgaré...

-Cuánto tiempo Kelly.

-Otra vez tú Lebrock. Es mi hora de dormir... Así que vete al diablo.

-Te lo advertí. Les dije que no metieran a la policía en esto.

-Sabes que... Tengo un par de cosas que decirte...

-Me estás subestimando...

-¿Y qué vas a hacer? Mira... Ya hace tiempo que no se sabía nada de tí, habías desaparecido...  Y ahora tú llamas, lanzas un par de amenazas o algo así... Como siempre, pero nunca pasa nada es ridículo... o qué... ¿Acaso tienes miedo de actuar? Mi padre te da miedo... Por eso nunca haces nada.

Él se ríe... Ya me hartó.

-No le tengo miedo. Y ya verás lo qué soy capaz de hacer.

- Perro que ladra no muerde...

-Te darás cuenta de que me debes tomar enserio.

Él cuelga la llamada. Esto es ridículo... Lebrock siempre desaparece después de una llamada sin sentido... Y ahora quiere hacerse el muy poderoso... Me da risa.

A la mañana siguiente bajo a desayunar, mejor no le digo nada a papá de la llamada de ayer, al menos no ahora, no quiero arruinar el momento ya que ahora está feliz con Leila... Abajo ya estaban ellos dos en la mesa con el resto de la familia... Yo finjo que no saber que Leila se había quedado en la casa.

-Buenos días... Oh. Leila... No sabía que te habías quedado a... Dormir... - digo con cierto tono malicioso.

-Ah... Sí bueno. Me quedé hasta muy tarde y pues... Tú papá me dijo que me quedara a dormir acá.

-¿Sólo a dormir?... - digo en voz baja justo antes de tomar mi jugo de naranja.

-¿Qué? - me responde Leila.

-Nada.

-Pensé que habías dicho algo.

-No... Oíste mal.

En este momento siento una mirada pesada sobre mí, papá no me deja de mirar. Fijo como un alcón.

-¿Deseas algo papá?

-No.

-Es que... Como me estás mirando.

-Sólo pásame el azúcar.

-Leila... ¿En dónde dormiste?

Ella voltea a ver  a papá y él igual.

-En la habitación de invitados. - respondió papá.

-En está casa hay muchas habitaciones.

-Eso no te incumbe jovencita.

Alguien toca el timbre.

-¿Quién será tan temprano? - pregunta Jonah.

De pronto se oye que tocan la puerta.

-Yo iré. - mi hermano se levantó de la mesa para abrir la puerta.

Uno de los hombres que trabajan para papá entró casi corriendo a la casa.

-Discúlpeme señor, no los pude detener.

Tres personas entraron como perros en su casa. Dos hombres y una mujer vestidos formales, la mujer traía una carpeta de documentos.

-¿Quiénes son ustedes? - papá de levantó bruscamente de la mesa y se dirigió hacia las personas.

-Somos de servicios infantiles. Y nos llevaremos a la menor Kelly Rogers.

-¡Qué! ¡Yo no iré a ningún lado!

-Nadie va a tocar a mi hija - dice papá impidiéndoles el paso - ¿De qué se trata todo esto?

-Señor, yo soy Halsey Taylor - comienza a hablar la mujer con un tono serio y como si ya quisiera irse - soy la abogada de este caso.

-¡Caso! ¿Qué caso?

La abogada exhala... Como cansada.

-Recibimos una llamada anónima de que una menor secuestrada se encuentra en esta propiedad... Y el nombre de ella no aparece en ningún registro de adopción así que procederemos a llevárnosla.

-No, de ninguna manera... No sé van a llevar a mi hija.

-No pueden venir y llevarse a mi sobrina - agrega el tío Sean.

-Señores por favor, no hagan esto más difícil. - dice el otro hombre.

-¡Yo no iré con ustedes a ningún lado!

-Tenemos todo el derecho de hacerlo.

Leila de acerca a papá, coloca sus manos en sus hombros haciendo suaves movimientos con sus dedos para intentar calmarlo.

-A ver... Debe haber otra solución para esto. - dice Leila.

-¿Ustedes me están acusando de secuestro?

-Usted díganos. -Habló el hombre.

-¡Yo adopté a Kelly!

-Hay agencias falsas que dan en adopción a niños secuestrados. En esos casos los menores deben ser hubicados y permanecer en custodia del estado.

-No lo voy a permitir.

-Sí usted tiene documentos que nos ayuden a solucionar este inconveniente, debería llevarlos con nosotros. 

-Esto es ridículo... - digo negando con la cabeza. - no iré con ustedes y punto.

-Entonces será a la fuerza. - dice la abogada - llévensela.

Una Chica Entre MafiososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora