C a p í t u l o 21

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Complicaciones

Terror.

Bienvenidos al mundo, ¡del horror!

O bueno, así se sentía Todoroki Shouto.

Y, aunque él no lo supiera, no era el único. Porque quien era su mejor amigo, el chico de cabellos esmeraldas, también estaba aterrado.

Algún día... Sus secretos dejarían de ser secretos. La gente sospechaba, y la verdad es que él estaba empezando a sospechar esta vez.

Quizá no fuera precisamente la persona más comunicativa, ni entendiera mucho los obvios signos del lenguaje corporal. Pero, según WikiHow, tal vez cabía la remota posibilidad de que sus sentimientos fueran recíprocos.

¿Qué pasaría? Se preguntaba una y otra vez.

¿Acaso las cosas saldrían bien entre ellos?

Ya no quería huir. Era probable que estuviera precipitándose a un pozo sin fondo. ¡Vamos! Que tan solo tenían quince años y cabía la posibilidad de confundirse.

Sin embargo, a veces ese deseo egoísta era mucho más fuerte. Esa necesidad imperiosa que Todoroki Shouto no podía entender del todo crecía constantemente.

Midoriya Izuku le hacía sentir algo cálido en su pecho; mucho más cálido que el fuego de su propio quirk.

Entonces, ¿qué debía hacer?

Joder, que hasta vencer a Stain sonaba mucho más sencillo que eso.

Tal vez, él destacara en lo académico, pero en ese momento, Todoroki Shouto se dio cuenta de que no era bueno en todo.

. Todoroki Enji se equivocaba una vez más.

El chico de cabellos bicolores se removió en su cama, y decidió ponerse en pie al no conciliar el sueño.

«Solo... Perdido...».

Esos eran la pensamientos que rondaban su mente de forma permanente. Pero esta vez se sentían diferentes, porque no lo hacían sentir como alguien miserable, sino con unas ganas locas de ser lo suficientemente bueno para alguien.

Para Izuku.

Ah, que el amor era, en definitiva, una mierda. Pero una muy bonita.

Por EraserHead, ¿en qué bambalinas estaba pensando? Qué cagada tan cursi acababa de florecer en su subconsciente.

Dormir. Dormir ayudaba.

Por lo menos hasta que la cara pecosa de cierta persona aparecía para transformar sus pesadillas.

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La tensión en la mesa era fuerte. Imposible de pasar por alto, aunque todos intentaran pretender que nada había pasado.

Una Ochako desanimada removía su desayuno, tratando parecer tan alegre como siempre, pero sin éxito. Ella pensó que un rechazo no era algo tan grave, que tal vez podría con ello. Pero el peso de las ilusiones muertas tardaría su tiempo en desaparecer, mientras su corazón roto intentaba sanar.

My Hero's LoveWhere stories live. Discover now