C a p í t u l o 14

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Tensión

Midoriya Izuku se sentía en paz consigo mismo luego de haber recibido consuelo en los brazos de su madre.

Claro que, él solo podía ver la parte que Midoriya Inko le quiso mostrar.

Y a pesar de que la mujer sonrió en la puerta para despedirle, no pudo evitar sucumbir en las lágrimas al quedarse sola de nuevo.

¿Cómo no se dio cuenta antes?

¿Qué podía hacer para ayudarle?

Le preocupaba; que su hijo estuviera confundido, que, por accidente, hiciera algo de lo que pudiera arrepentirse.

Ella sabía que su hijo debía caer en la vida, para poder volverse a levantar y seguir adelante; pero por más fuerte que fuera Izuku, ella no soportaría verlo caer.

Le rompía el alma y el corazón. Egoísta o no, ella deseaba ver al muchacho con una familia estable, con sus hijos, verlo en el altar de la mano del amor de su vida; ella deseaba cargar sus nietos y contarle historias.

Sin embargo, mientras Izuku consiguiera alguien que le amara y le apreciara completamente, ella podría estar tranquila.

Pero, el camino que había elegido no era fácil.

}•{

Todoroki Shouto no supo qué hacer cuando, el mismísimo Midoriya Izuku, se acercó a él esa mañana.

—Buenos días, Todoroki-kun.

Así, simple. Como si nada hubiera sucedido en ese tiempo.

Como si no hubiera comprendido y aceptado sus sentimientos. Como si esa distancia no la hubiera sentido.

—Buenos días.

Las cosas parecían volver a la normalidad, y Todoroki solo podía sentirse aliviado de que así fuera.

La semana había sido horrible sin poder ver a Izuku, sin hablar con él. Pero ahí estaba, con su sonrisa brillante, y sus pecas.

Y más ganas le dieron de sonreír a él también cuando el chico de cabellos esmeraldas le preguntó.

— ¿Quieres sentarte a comer con nosotros hoy, Todoroki-kun?

—Seguro.

Esa amabilidad iba a matarlo por completo. Pero tal vez esa no sería una forma tan mala de morir.

Y ahí se encontraba, disimulando su euforia, sentado de nuevo junto a Izuku, mientras comía un buen plato de soba frío.

Todo parecía estar en orden de nuevo.

}•{

Midoriya Izuku se removía nervioso en su puesto. Luego de una semana, estaba sentado de nuevo al lado de Todoroki.

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