Cap.8 Un nuevo inicio

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Todo se había vuelto obscuro ante los ojos de Dai, no sabia si su esencia resistiría algo como eso, él no sabía nada, solo sentía en su corazón que era lo correcto.

Su conciencia vago por el tiempo y el espacio, su esencia se guio solo con los deseos y la buena voluntad de la señorita de cabello nocturno que había conocido.

Mientras que una eterna soledad, su ser inmortal reposaba hablando consigo mismo en una obscuridad infinita, siendo ignorante de lo que pasaba en el exterior.

—¿Algo abra cambiado o solo les falle? Hinata...aun sino regreso, busca tu felicidad junto al hombre que te complemente, posees la voluntad necesaria para ser imparable y el corazón para seguir el camino correcto—

El silencio se apodero de su alma, hasta que frente a sus ojos se alzó el cielo nocturno y con él un montón de dudas.

—¿Dónde estoy?—

La aldea parecía estar igual pero la obscuridad puede ser engañosa, Dai se puso en pie y observó todo lo que la luna tocaba con su blanca luz.

—No logre nada...les falle—

—¿Quién eres tú joven extraño?— Pregunto una voz familiar a sus espaldas y girando para conocer la respuesta, vio a su hermana Kaguya, vestida con un kimono sencillo y la misma mirada gentil con la que ella solía verlo.

—Hermana...—

Kaguya reconoció esa voz casi de inmediato y sin pensarlo mucho lo abrazo con fuerza al punto de romper en llanto.

—Al fin te encuentro dulce voz guía—

<<¿Voz guía?>> —No llores hermana, sabes que me rompe el corazón cada vez que lo haces—

—No puedo evitarlo, estoy genuinamente feliz, hace 9 meses que deje de oírte, me sentí realmente sola, pero ahora estás aquí y puedo abrazarte, me siento agradecida con el cielo—

—Si estoy aquí...significa que...—

Dai se concentro en el viento y las hojas danzando, hasta que pudo oír algo.

-Es una niña mi señora

-Muy sana y hermosa, se parece mucho a usted

-Mi hija, quiero verla...por favor

-Si claro, tómela

-Oh...es preciosa

-¿Ya pensó en algún nombre, mi señora?

-Hinata, ese será su nombre, mi dulce y bella Hinata

Dai sonrió alegremente y abrazando a Kaguya vio la luna con calidez.

—Tienes razón hermana, yo también estoy agradecido con los cielos—

Dai desapareció en el viento junto a Kaguya para poder ponerse al día de lo ocurrido en el pasado y poder seguir con su cometido para el futuro.

Habían pasado ya 9 años desde el retorno de Dai y hoy era un día especial, ya que los miembros de la casa Hyuga estaban organizando un gran evento, en el que formaban parte de los invitados todo el clan Uchiha, Obito junto a Shisui, Itachi y el pequeño Sasuke, llegaron apenas a tiempo para el inicio de la celebración.

—¡Ah! Apenas llegamos a tiempo—

—Fue por tu culpa Obito, tardaste mucho—

—¡¿eh?! D-Debía despedir a Rin para su misión—

—Obito...eso suena a excusa—

—¿EH?—

Shisui junto a Itachi solo rieron por las expresiones de Obito mientras Sasuke vio solo por unos instantes a una chica de cabello nocturno siendo preparada con una especie de traje para combate, lo cual le causo curiosidad al Uchiha más joven.

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