Enamorada De Mi Profesora De La Universidad.

parte sin título

—ay... Si, Jess. Tienes que verla.

Me dice Cate, luego de una rato hablando.

—¿De qué hablan...?.

Regresa Miller a la habitación.

—¡Mamii! Le decía a Jess que tenía que ver un dibujito.

Nos salva la niña.

—Ah... ¿Si?

Dice dudosa Scar.

—¡sí! La del pez ese que se pierde.

Me meto yo. Me observa y sé que no me cree.

—¿...Nemo? O ¿Dory?

Nos sigue el rollo.

—¡Los dos!

Grita la niña.

—creo que lo ví en cartelera... En el cine cerca de la plaza.

Digo, haciéndome a la tonta y la bella pelirroja del otro lado de la pantalla me ve con cara de asesina serial.

—¡¿Qué?!

Gritó la niña. Las miré sin comprender nada.

—¡Mami, vamos!

Ahí lo entendí todo

—Cariño, no...

—¡mami...!

La niña habla amenazante, es muy tierna. "Tu culpa" leo los apetecibles labios de la pelirroja.

—chicas... ¿Qué les parecería ir al cine?.

—¡Siiiiii!

Grita la niña del otro lado de la pantalla. Yo miro a cierto frío demonio.

—siii... Te vas a dormir.

Le dice a su niña. Me mira, le cuestiono con la mirada

—esta bien, ¿El sábado?.

Solamente la observo.

—el sábado.

Afirmo y Cate me mira pícara. Le guiño y ella oculta su carita en el espacio del cuello de su madre.

—la voy a acostar, no sé si ya quieres cortar, ¿O esperas a qué regrese?

Me sorprende.

—Esperaré.

Voy a la cocina y me preparo un café, mientras espero a que esté corto unas fresas.
Voy al sofá, me siento con la laptop en mis piernas. Bebo de mi café... Al rato una melena pelirroja aparece de repente.

—volví.

Dice seriamente.

—¡Excelente!

Exclamo yo e intento disimular con un carraspeo.

—¿Qué has de hacer?.

Me pregunta.

—corregir trabajos. ¿Tú?.

—verte corregir trabajos.

Me guiña un ojo, y, Juro que mis litros de sangre que deberían estar por todas mis venas, estaban en mis mejillas. Bebo un sorbo de café para disimular.

—acosadora...

Hablo susurrando.

—solo a ti.

Sonríe.

—Hablando del cine...

—No debiste mencionarlo.

—no sabía...

—no, no tenías manera.

—lo siento, sí quieres pue...

—No, no hace falta. Creo que es hora de que conozca un cine.

—¿Nunca la has llevado?.

Me asombro.

—no salimos de noche.

—¿Nunca?.

—nunca... Desde hace ya un tiempo.