Libro de Lobos Capítulo XV.

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—Arriba dormilón. —JiMin se removio entre las sábanas, arrugando su ceño al sentir la brisa mañanera colarse por la ventana. Aquella misma que YoonGi días atrás había ordenado abrir para que el menor tuviera una vista mejor de WolfDog.— Amor, son las ocho de la mañana, es hora de levantarse.

—No me fastidies. —gruño el rubio con enfado. El Alfa se estremeció y a la vez se sintió dolido por aquella forma en la que JiMin comenzaba a hablarle.

—El desayuno está listo. —le dijo con la voz calmada, sonando tranquilo.— Te han preparado galletitas de chocolate con leche tibia.

—¿Y que con eso? No me molestes, no quiero desayunar. —menciono cerrando los ojos para volver a dormir. YoonGi suspiro agobiado y a la vez un poco molesto. JiMin estaba actuando de esa manera desde hace dos días, ni siquiera lo pudo convencer de ir con HoSeok a sus clases de entrenamiento. No sabía que más hacer, estaba perdiendo la paciencia.— Cuando salgas apaga la luz. —Fue lo que dijo para darle la espalda al mayor.

—¿Sabes? Realmente sigo sin comprender por qué rayos intento caerte bien. —Un pálido Alfa se jalo los cabellos con desespero. Estaba harto, él y su lobo ya no toleraban ese rechazo.— No te entiendo JiMin, un día eres cariñoso, al otro un grosero, te distancias de mi y después regresas como si nada. Ya no tolero esto.

—Entonces déjame ir, quiero volver a mi hogar. —susurro el rubio.

¡ESTE ES TU HOGAR, YO SOY TU ALFA, AQUI ES DONDE DEBES ESTAR!. —Grito el lobo del peligris ya cansado. JiMin dio un pequeño salto en su lugar, pero no le afectó la voz de mando que utilizaba YoonGi.— ¡¿Que es lo que necesites para entender que es aquí donde perteneces?!. —JiMin no supo que decirle al momento, la voz de su mayor salía quebrada, juraba escucharlo llorar, se sentía mal al tratar así a aquel chico de cabellos grises, pero... Ni siquiera JiMin sabía lo que quería.— Cariño, por favor, dime algo... No puedo más con esto, dime qué es lo que quieres que haga para que te des cuenta de todo lo que siento por ti. —sintio el colchón hundirse, al instante unas huesudas manos acariciaban con delicadeza sus hombros y espalda, oliendo el aroma del Alfa un poco agrio con aires de tristeza en el. El mayor dejo un rastro de besos por los hombros y cuello del chiquillo deteniedose en la marca de apartamento. Su respiración se volvió pesada, sus ojos se nublaron por las lágrimas, si alguien más viese el estado del Alfa Líder se burlarian de el, porque no es común ver llorar a un Alfa como Min YoonGi.— ¿Que me hiciste JiMin?. —su nariz marco trazos invisibles en esa parte del cuello del menor.— JiMin...

—Basta YoonGi, déjame solo por favor. —suplico el menor, pero YoonGi fue reacio haciendo caso omiso al rubio.

—No me apartare de tu lado hasta que no me digas que es lo que está pasando mi amor. —se acurrucó a su lado, pegándolo más a él, JiMin se quejó pero era en vano, YoonGi no le haría caso.— Por más que me insultes y lastimes con tus comentarios no me iré. Estaré aquí a tu lado hasta que me digas todo Min JiMin. —No supo que decir cuando YoonGi lo llamo así, no lo llamaba por su apellido sino por el de el, algo dentro estrujó en su cuerpo, escucho un chidillo porveniente de su ser, estaba asustado de todo pero no quería decirle nada al Alfa. Las horas se le hicieron eternas y no pudo volver a pegar el ojo como el quería, YoonGi tenía un fuerte agarre sobre se el impiendole huir de su lado. Sentia la respiración pesada de su Alfa, con algo húmedo que caía hasta tocar su piel. YoonGi seguía llorando.

—Yo no quiero que llores. —se sincero.— No me gusta verte así.

—No puedo... JiMin... Estas rompiendo nuestro lazo. —el rubio dejo de respirar por un momento asimilando lo que había  escuchado— Tu marca se está volviendo cada vez más opaca, mi lobo y yo sentimos tu rechazo y nos duele. —Murmuro el alfa pegando su boca a la mejilla del menor, depositando besitos cortos en la misma.

Libro de Lobos. © |YoonMin| #3.Where stories live. Discover now