✔️(Capitulo 25) Estaré para ti...

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Daniel Randal.


Estaba tan emocionado porque al fin podría tener tiempo para Alex y para Matt, pero todo se había arruinado...

Matt se quedó dormido en mi habitación mientras que Alex, yo y mis padres fuimos a despedir a Annie, y lo gracioso es que Matt quería conocer a la "chica panqué" pero se había dormido... estaba agotado, me hubiera gustado verlo dormir porque me provoca tranquilidad mirarlo, pero mi madre insistió en que era mejor dejarlo descansar en mi habitación.

Todo era normal hasta que llegó el momento de la partida de Annie, regresaría a Sídney, dijo que la esperaría su mejor amiga... Hayley.

Quería decirle más cosas pero me estaba abandonando de nuevo, y a mis padres...

Me dijo "adiós..." y mientras se despedía de Alex dentro de mi sentía que algo no estaba bien...

Annie tomó a Alex por el cuello, pensé que era a causa de que se le dificultaría abrazarlo ya que es más alto que ella, pero al observar bien, pude ver que ambos compartían un beso... Annie lo atraía hacia ella y él tomaba su rostro... dolía... dolía tanto ver esa escena...

No pude más y tomé un taxi a casa dejándolo solo con ella, no quería escuchar sus estúpidas excusas, ya estaba claro, había jugado conmigo también, y lo que necesitaba en ese momento era llorar, desahogarme, sabía que mis padres tardarían en llegar a casa, así que desperté a Matt y le pedí que nos fuéramos lejos...

—Matt... —lo llamé desesperado — Matt... dedesesperado—sollozaba pero intentaba no quebrarme en ese momento — Te necesito... Despierta... — fallé...
—¡Waa! ¡Dan...!—Matt abrió los ojos y pronto el se incorporó para tomarme en sus brazos, se sorprendió al verme llorar.
—¿Qué sucedió...? — preguntó mientras alejaba mis manos de mi rostro.
—Tenías razón... Alex es un mentiroso... llévame lejos... Quiero irme— Matt se levantó y tomó mi mejilla.
—Te dije que estaría contigo siempre... ¿Verdad...?
—Sí... —susurré mientras él pasaba uno de sus dedos por mi mejilla.
—Vamos... sería un desastre si te quedas más tiempo aquí... toma tus cosas y vámonos... — obedecí y salimos pronto de ahí, Alex llamaba desesperadamente a mi celular, me enviaba mensajes preguntando por mí paradero, pero Matt me lo quitó y lo apagó. Su mirada se había llenado de irá.

...


Después de darme un baño y cambiarme de ropa en la casa de Matt, el ojiazul al fin se atrevió a preguntar qué pasó.
—¿Qué fue esta vez ...?
—Él... y Annie... —Matt se sorprendió...
—¿Qué pasa con ella...? — de nuevo sentí como me derrumbaba.
— Creó que Alex... salía con ella en secreto...
—¡¿Con tú hermana...?! — su mirada se volvió sombría.
—Sí... pensé que se odiaban pero cuando estaba a punto de abordar su avión, lo abrazó de pronto para besarlo... y Alex...— no pude continuar, me hice bolita.
—Que enfermo está... — Matt me abrazó, oculté mi rostro en su cuello, me sentía tan mal que ni siquiera lo podía mirar.
—Lo de menos es eso... es mi hermana...
—Ah... ¡Joder...! No cambia sus malditos hábitos...
—¿Y... tu madre? — pregunté al no verla en ninguna parte.
—Ella dijo que regresaría mañana en la tarde— respondió mientras acariciaba mi cabeza —ella no diría nada si te quedas a dormir aquí, así que ya dije, quédate conmigo.
—Gracias Matt — me aferré a su espalda, él se quedó conmigo hasta que me calmé.

Almorzamos y jugamos un buen rato con su perrito... había logrado relajarme del vuelco que sentía.

Nos interrumpió el sonido que provocaba su celular, era mi madre...

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