✔️(Capitulo 72) Niño tonto.

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Daniel Randal.


—    Aarón… abre la puerta.

Llevo un buen rato intentando hacer salir a Eric de la habitación, pero él ni siquiera sé digna a responder, esta es la quinta vez que lo intento pero siempre es lo mismo.

—    Anda… sal de ahí, tienes que comer algo, ya es de noche. Tu madre se molestará mucho conmigo si te pasa algo.
—    Vete… déjame tranquilo.

Es la primera palabra que escucho desde hace horas, es un alivio.

—    Aarón, lo siento, no debí reaccionar así, por favor hablemos.
—    Pero tú me odias.
—    ¡No, no digas eso! Yo no te odio.
—    ¡Claro que sí! ¡Eres igual a Niklas y a mí padre!

Genial, entonces soy un auténtico monstruo a sus ojos.

—    No digas eso, yo te quiero…

¡Rayos, cállate Daniel!

—    Si así fuera me dirías la verdad.
—    No puedo hacer eso, el doctor dijo que tienes que recordar todo a su tiempo.
—    ¡Pero nada es como lo recordaba! ¡Todo ha cambiado!

Es inevitable que las cosas cambien, pero no es razón para lamentarse, tal vez él necesita una excusa.

—    Si me abres la puerta, te diré lo que quieras, y si bajas a cenar, te prometo que te llevaré a comer un buen sushi.
—    ¿Lo prometes?
—    Sí, lo prometo.

Eric abre la puerta lentamente, me mira de reojo y baja la mirada.

—    Así que no me golpearas está vez.
—    No te quería golpear…— digo con arrepentimiento y entro a la habitación. Al parecer Eric ha estado jugando con mi guitarra y leyendo un par de libros que uso para estudiar.
—    No tengo hambre.
—    Pero tienes que comer, anda, ven conmigo, te prepararé un tentempié y hablaremos.

Eric toma al señor Conejo de la cama y camina junto a mí como un niño pequeño que sigue a su madre.









—    ¿Por qué ya no vas a la escuela?
—    ¿Uh…?

Eric come lentamente un trozo de pan de centeno, y revuelve una y otra vez su té.

—    Sí, bueno, estaba curioseando en tu habitación, y encontré tus notas. Habían fechas para exámenes y esas cosas.
—    A veces para ser feliz tienes que abandonar ciertas cosas, en mi caso, la escuela. Ahora no tengo tiempo para eso, y estudio por línea, aunque es mejor para mí, durante mi último año en la preparatoria tuve una experiencia muy desagradable y eso me hizo decidirme por abandonar la escuela.
—    ¿Qué clase de experiencia?
—    Oye, se suponía que me preguntarías cosas sobre ti, ¿Por qué hablamos de mí?
—    Es sólo que quiero conocerte.
—    Dijiste que me odiabas, entonces supongo que eso es innecesario.
—    ¡Dany, dije eso porque me ocultaste que Rinna era tu famosa novia y que jugabas con sus sentimientos, ella es mi mejor amiga y me dolió saber que la utilizas!

No te alteres, está bien Daniel, puede que tenga razón.

—    No la utilizo… es linda, pero no creo que lo nuestro sea duradero. Ahora deja de meterte en lo que no entiendes.
—    ¡Lo entiendo mejor que nadie! Ella fue mi novia, y la engañe porque… yo la engañe porque… — Eric pronto se hace bolita y oculta su rostro— ¡Soy un idiota! ¿Por qué le hice eso? Yo la quiero.
—    No está tan mal… siguen siendo amigos.
—    No lo comprendes Dany, actúe como mi padre… fui un idiota.
—    Eres humano.
—    ¡Ese hombre no es humano, es un monstruo!
—    Pero tú no eres un monstruo, además, ella dijo que su relación no funcionaba.

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