Daniel Randal.
— Aarón… abre la puerta.Llevo un buen rato intentando hacer salir a Eric de la habitación, pero él ni siquiera sé digna a responder, esta es la quinta vez que lo intento pero siempre es lo mismo.
— Anda… sal de ahí, tienes que comer algo, ya es de noche. Tu madre se molestará mucho conmigo si te pasa algo.
— Vete… déjame tranquilo.Es la primera palabra que escucho desde hace horas, es un alivio.
— Aarón, lo siento, no debí reaccionar así, por favor hablemos.
— Pero tú me odias.
— ¡No, no digas eso! Yo no te odio.
— ¡Claro que sí! ¡Eres igual a Niklas y a mí padre!Genial, entonces soy un auténtico monstruo a sus ojos.
— No digas eso, yo te quiero…
¡Rayos, cállate Daniel!
— Si así fuera me dirías la verdad.
— No puedo hacer eso, el doctor dijo que tienes que recordar todo a su tiempo.
— ¡Pero nada es como lo recordaba! ¡Todo ha cambiado!Es inevitable que las cosas cambien, pero no es razón para lamentarse, tal vez él necesita una excusa.
— Si me abres la puerta, te diré lo que quieras, y si bajas a cenar, te prometo que te llevaré a comer un buen sushi.
— ¿Lo prometes?
— Sí, lo prometo.Eric abre la puerta lentamente, me mira de reojo y baja la mirada.
— Así que no me golpearas está vez.
— No te quería golpear…— digo con arrepentimiento y entro a la habitación. Al parecer Eric ha estado jugando con mi guitarra y leyendo un par de libros que uso para estudiar.
— No tengo hambre.
— Pero tienes que comer, anda, ven conmigo, te prepararé un tentempié y hablaremos.Eric toma al señor Conejo de la cama y camina junto a mí como un niño pequeño que sigue a su madre.
…
— ¿Por qué ya no vas a la escuela?
— ¿Uh…?Eric come lentamente un trozo de pan de centeno, y revuelve una y otra vez su té.
— Sí, bueno, estaba curioseando en tu habitación, y encontré tus notas. Habían fechas para exámenes y esas cosas.
— A veces para ser feliz tienes que abandonar ciertas cosas, en mi caso, la escuela. Ahora no tengo tiempo para eso, y estudio por línea, aunque es mejor para mí, durante mi último año en la preparatoria tuve una experiencia muy desagradable y eso me hizo decidirme por abandonar la escuela.
— ¿Qué clase de experiencia?
— Oye, se suponía que me preguntarías cosas sobre ti, ¿Por qué hablamos de mí?
— Es sólo que quiero conocerte.
— Dijiste que me odiabas, entonces supongo que eso es innecesario.
— ¡Dany, dije eso porque me ocultaste que Rinna era tu famosa novia y que jugabas con sus sentimientos, ella es mi mejor amiga y me dolió saber que la utilizas!No te alteres, está bien Daniel, puede que tenga razón.
— No la utilizo… es linda, pero no creo que lo nuestro sea duradero. Ahora deja de meterte en lo que no entiendes.
— ¡Lo entiendo mejor que nadie! Ella fue mi novia, y la engañe porque… yo la engañe porque… — Eric pronto se hace bolita y oculta su rostro— ¡Soy un idiota! ¿Por qué le hice eso? Yo la quiero.
— No está tan mal… siguen siendo amigos.
— No lo comprendes Dany, actúe como mi padre… fui un idiota.
— Eres humano.
— ¡Ese hombre no es humano, es un monstruo!
— Pero tú no eres un monstruo, además, ella dijo que su relación no funcionaba.
ESTÁS LEYENDO
TORMENTA
Mystery / ThrillerDaniel, Aleksi y Matthew son tres amigos que comparten un mismo sueño: la música. Pero nada es tan fácil como parece. Todos guardan más de un secreto, y esto mismo los lleva a cuestionar si en verdad son los mejores amigos que piensan. Dan está ena...