Capítulo 82. No es correcto.

Start from the beginning
                                    

-Me apetece quedarme aquí, ¿Vale?- hablé brusca- Cuando vuelva, hablaremos.

-Como quieras, hija- dijo sin importancia- Al fin conoceré a ese Kevin, ya es momento que tomes las riendas de tu vida y decidas casarte, no quiero ser abuela tan mayor- soltó una risa fingida, siempre saca el mismo tema.

-Mamá...

-¡Y no me digas que no empiece, Daniela!- alzó un poco la voz- Abandonaste a un buen chico como Mario, no arruines lo que tienes ahora- rodeé los ojos, Mario.

-Me tengo que ir- ignoré sus palabras.

-Bueno, bueno, te dejo descansar- chilló- Hablamos luego.

-Adiós Mafe- corte la llamada y lancé el teléfono lo más lejos que pude. Mi cabeza palpitaba un poco, con tan solo una llamada, había logrado amargar mi tarde.

Aunque sus palabras retumbaban en mi cabeza, "Ya es momento que tomes las riendas de tu vida" en los últimos años, jamás me había planteado hacer otras cosas aparte de trabajar y cumplir mis sueños, nunca había pensando en formar una familia o algo por el estilo, no es que me negara a la idea, al contrario, en este momento de mi vida, me parecía una idea excelente.

Tal vez mi mamá tenga razón, debería casarme.

Escuché el respectivo tono de la puerta, sabía que era ella por lo que, sin pensarlo dos veces, salté de la cama y abrí la gran puerta dejándome ver a una peli azul muy sonriente, aunque con un aspecto muy cansado.

-Hola, mi amor- dijo con una voz bastante feliz mientras ingresaba a la habitación y se lanzaba en la gran cama soltando un suspiro.

Cerré la puerta lentamente, me acerqué a ella con el ceño fruncido y un puchero en los labios.

-¿Qué pasa?- preguntó reincorporándose y mirándome con una sonrisa en su rostro- ¿Te pasó algo?- volvió a preguntar cambiando su rostro a uno de preocupación.

-No me diste un beso- gruñí como niña caprichosa, ella soltó un suspiro para luego carcajear y tomó mi rostro con sus manos para situar un dulce, carnoso y suave beso en mis labios.

-Malcriada- sonrió entremedio del beso, no evité jalar un poco su labio inferior, amaba hacerlo- Te extrañé.

-Yo más...- hice puchero y la tomé entre mis brazos para abrazarla muy fuerte, ella no tardó en acomodar su cabeza en mi pecho y quedar entre mis piernas, no era una posición muy cómoda pero no me importaba- Te ves cansadita...- le dije, comencé a acariciar su mejilla suavemente con la yema de mis dedos.

-Lo estoy...- suspiró ante mi tacto- Eso se siente muy rico- me dijo con voz embobada cuando comencé a deslizar mis dedos en su espalda. Reí- Estuve toda la noche despierta.

Fruncí el ceño y alcé una ceja, alejando mis manos de su cuerpo. Mi mente no tardó en formular miles de teorías, posibles cosas que uno puede hacer en la noche aparte de dormir y no me gustaba nada de lo que estaba pensando.

-No pienses esas cosas, Daniela- dijo divertida al notar mi actitud.

-No sabes lo que estoy pensando, María José- le dije un poco enojada. No me estaba dando respuestas a sus palabras, ¿Eso significaba que tal vez Barbara y ella...?

-No hice nada de lo que piensa tu pervertida cabeza- volvió a reír, no sé que es lo que le encontraba gracioso a la situación- Ayudé a Vale con un proyecto para la universidad toda la noche- dijo soltando un bostezo.

La quedé mirando fijamente, ¡Dios! No podía evitar sentir mal sabor de boca con todo esto.

-Sigue lo que estabas haciendo...- dijo arrastrando las palabras, tomó mis manos y las obligó a colocarlas donde anteriormente estaban- Hazme mimos- exigió.

La Chica Del 269 | Caché (Terminada)Where stories live. Discover now